"Rayco era uno de los nuestros"
08/01/2016

Jaime Rivero, presidente del Castro Morales, desvela que el infortunado luchador meditaba volver a los terreros con el club teldense para la recta final de la Liga insular

M.B.

Las Huesas, Telde entero, Castro Morales y toda la lucha canaria asimila con desazón la desaparición del deportista de la localidad Rayco Santana Lorenzo, fallecido este jueves 7 de enero mientras realizaba labores profesionales. El joven luchador, que el pasado 4 de enero cumplía los 30 años, estaba en fase de preparación para intentar volver a los terreros de lucha canaria como militante del ahora líder de la Primera categoría de la Liga insular. Porque Rayco podría convertirse en refuerzo de la segunda vuelta del club, con vistas a poder ayudar al equipo teldense a clasificarse y luchar por el máximo título de Gran Canaria.

"Él se entrenaba con nosotros algunas tardes", apunta el presidente del club, Jaime Rivero, hombre de la misma quinta de 1986 que le ha acompañado en el deporte desde la infancia. "Rayco se sentaba con mi hermano, Jorge -retirado al final de la pasada temporada- en las gradas. Charlaban allí. Y aunque no estaba federado, por su afán de siempre ayudar, estaba tratando de volver a la lucha canaria esta misma temporada. Él era uno de los nuestros; siempre lo fue aún no estando en el club. Nos decía que tenía unos problemas en la rodilla pero estaba animado a volver a ponerse la ropa de brega".

Habría sido un extraordinario colofón personal en la lucha poder entrar en la disputa de un título por el que Castro Morales pugna como primer clasificado. Este sábado, a las 21.00 horas, el equipo senior de Las Huesas se mide al segundo clasificado del torneo, el Unión Gáldar. Y a esa hora el club realizará un acto íntimo, homenaje a una persona que será recordada siempre "como un cacho de pan", define Héctor León, directivo del club y ex árbitro del vernáculo deporte.

Rayco se había introducido en la lucha canaria a través del club Las Huesas, en Telde, y de la mano de Juan Coruña. La residencia familiar está en la zona. "Pero antes, como era un chico alto y fuerte, jugó conmigo al baloncesto en el CB Telde, hasta la edad de cadetes. Los dos éramos los pivotes del equipo", sintetiza Jaime Rivero. "Luego estuvo en el San Gregorio y Castro Morales. Fichó por el Ramón Méndez, de El Hierro, para seguir allí como destacado D aunque tenía muy buen físico y condiciones para haber dado el salto al C. Allí hizo familia; deja una hija de seis años".

El infortunado deportista había regresado a Gran Canaria y su club de siempre, donde estaban los amigos y a los que sus hermanos Jonathan y Erika se sienten muy vinculados, podría volver a ser de nuevo el destino. "Había empezado a trabajar en la empresa nueva el pasado 25 de diciembre. Ha sido una desgracia. Estamos impactados todos. La gente que conocía su bondad y la buena semilla de la familia ha colapsado la calle de la residencia familiar desde que se conoció la noticia. No tenía enemigos; era una persona sencilla y exquisita".

El Castro Morales, en nombre de la familia, nos transmite el agradecimiento a "todos los clubes de Gran Canaria y de otras islas que nos han remitido mensajes de pésame, así como federaciones e instituciones. Esas muestras de solidaridad y cariño reflejan el tipo de persona que era, querido en todos los rincones de Gran Canaria. El sábado, antes de la luchada, trataremos de honrarle".

El sepelio, si no hay cambio de última hora, tendrá lugar el sábado a las 13.00 horas mientras el velatorio se efectúa en Las Rubiesas, sala 4, desde la tarde de este viernes 8. QEPD.

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