Korir y Chepkono vinieron para lanzar la maratón y los 21 kilómetros, pero acabaron como vencedores de la séptima edición de la prueba grancanaria
B.P.
Estas son las cosas del deporte. Los vencedores de las carreras de 42 kilómetros y media maratón tenían intenciones de animar la carrera. Pero kilómetro a kilómetro fueron cambiando sus objetivos y el de los organizadores. Quizá el calor, el viento inestable o el ánimo de los aficionados. Se produjo una rebelión de las liebres de la séptima edición de la Gran Canaria Maratón. Y ellos fueron los principales protagonistas de la prueba.
El keniata Korir lo explicaba al llegar a meta, luego de romper los pronósticos y presentarse unos metros por delante de su compatriota Pharis Kimani. Aún emocionado dijo que "después del kilómetro 30" notó que sus piernas estaban con "buenas sensaciones". Y, ¿por qué no?, "decidí intentarlo".
Hubo cierta sorpresa al ver los gestos de alegría personal de Korir, agradecido por el apoyo del público grancanario en todo el recorrido. "Lo pasé genial", indicó un hombre que se inscribe en el palmarés y queda emplazado para una nueva ocasión.
Había mucho interés entre los organizadores en la firma de las marcas atléticas. Especialmente para el lanzaroteño José Carlos Hernández, que no pudo completar su concurso al tener problemas musculares en el primer sector de la prueba. El olímpico en Londres se está preparando a fondo para optar a una plaza en los Juegos de Río. Tiene ahora en el calendario la Maratón de Sevilla como siguiente alternativa.