B.P.

Medio Paraguay suspira por Antolín Alcaraz. No le costará encontrar destino en su país o en Ligas cercanas, si esa es su decisión. El defensa internacional paraguayo ha cerrado una de las más extrañas y breves trayectorias deportivas en la UD Las Palmas. Su ciclo se ha cerrado por el mismo motivo que puso fin a su prometedora carrera en la Premier: las lesiones.

Y es extraña porque Alcaraz se irá de la isla dejando una estela de labor incompleta y que había empezado de manera muy prometedora. Porque en la quinta jornada, en el sistema de juego de tres centrales que utilizaba Paco Herrera, llegó a situarse en el once ideal de la Liga Profesional en aquella jornada en la que la UD Las Palmas ganó 2-0 al Sevilla en el Gran Canaria. Alcaraz, además de la labor de contención a los delanteros hispalenses, marcó de cabeza y firmó una actuación que le llevó a estar entre en un once junto a Juanfran, Trashorras, Nolito, Aspas, ...

Alcaraz tenía contrato hasta junio de 2016, con posibilidades de ampliación que no se ejecutará. En total disputó 561 minutos en Liga hasta la sexta jornada y otros 39 minutos en el partido de ida de la Copa del Rey frente al Éibar, que fue la única convocatoria práctica con Quique Setién.
Su último encuentro fue frente al FC Barcelona, el día de la lesión de Lionel Messi. El club recordó que también él padeció en el Nou Camp "una lesión muscular en el gemelo derecho que le ha tenido en el dique seco durante los últimos meses, aunque el pasado 7 de enero reapareció en Éibar durante la segunda parte del partido ida de la Copa".

Ahí se apagó su estrella. Una recaída tras otra de la lesión le impidieron volver a entrar en el campeonato. Pero también no es menos cierto que el perfil de Alcaraz dejó de encajar en el estilo de juego que la UD Las Palmas viene poniendo en práctica desde la llegada de Quique Setién. Para jugar como zaguero con una defensa tan adelantada, el paraguayo ya no posee una punta de velocidad que sea proporcional a las exigencias del equipo amarillo. Un zaguero tan posicional como él, aunque experto a la hora de ganar posiciones y marcar muy de cerca, quizá ya no encajaba en la manera de entender el fútbol en el nuevo modelo amarillo. La elección para suplirle puede explicar el resto: un jugador joven, con mucha vitalidad y posiblemente mejor trato para sacar el balón desde atrás.

Todo tiene un por qué.