Manuel Borrego

Hay amores que matan. El sevillista que más quiere a la UD Las Palmas fue este domingo su verdugo ... precisamente en San Valentín. Vitolo, exquisito profesional, no le hizo caso a su corazón. Salió al campo para resolver a su equipo un partido complicado, que los amarillos habían convertido durante casi una hora en una tortura. Pero dos jugadas del internacional grancanario tras salir desde el banquillo destrozaron la ilusión visitante en el Sánchez Pizjuán. Sus internadas las aprovecharon Banega y Gameiro para dejar a Las Palmas con las manos vacías (2-0), que no logra salir de la zona de descenso.

Fue una derrota que no guarda fidelidad con todo lo acontecido en el partido. Los amarillos malograron algunas de sus ocasiones con igualdad en el marcador y el árbitro navarro Prieto Iglesias hizo mala digestión con un claro penalti perdonado para el equipo sevillista. Las Palmas acumuló méritos para regresar con algo que despierte sus expectativas antes de recibir al Barça. Pero no fue así y si situación da un peligroso giro de tuerca.

Otra distinta a Vallecas

Las Palmas era otra distinta al de una jornada antes en Vallecas, cuando cedió por completo ante el Rayo Vallecsno. Distinta en aspecto, en colocación en el campo y en intención en el juego de ataque. Distinta también en ambición, concentración y atrevimiento en sus piezas individuales, porque muchas veces debió moverse de esta manera. Los amarillos del Pizjuán salieron muy metidos en el juego. El nuevo triángulo Roque (pivote), Tana y Viera (escoltas avanzados) tardó algunos minutos en tomar cuerpo, en adueñarse del juego en base a robos y contragolpes. Pero cuando lo hicieron demostraron personalidad y sorprendieron a sus oponentes.

La primera amenaza importante fue del Sevilla, en una jugada que Reyes cazó en el punto de penalti y con su disparo comprobó que también Varas contaba en la escena. Pero fue lo único que brindó el conjunto de Emery en el primer tiempo. El Sevilla no se encontraba a sí mismo, combinó de manera incómoda y se partió en cada una de las jugadas que trataba de fabricar. El conjunto local cometió seis fueras de juego a causa del buen criterio de orden y anticipación de los zagueros grancanarios. Y también se sintió desbordado en las contras amarillas, que nacían como consecuencia de balones abortados en el centro del campo.

El poste rechaza a Viera

A Las Palmas le faltaba velocidad para acabar todo el buen quehacer que estaba realizando en el partido. Su velocidad no era suficiente para tumbar a su sorprendido oponente. Pero Viera y Tana siguieron entendiéndose en la doble media punta y la insistencia le llevó a dejar a los hispalenses con el miedo en el cuerpo antes del descanso. Lo mejor fue una acción personal de Viera, con arracanda personal desde el centro del campo y zurdazo a la carpintería de un afortunado Sergio Rico.

Pero todo cambió en la segunda parte cuando Emery movió su banquillo. La entrada de Vitolo, en el carril derecho del Sevilla, resultó determinante. El jugador grancanario mató en dos acciones la esperanza de la Unión Deportiva. Dos acciones suyas acabaron en goles: el primero de Banega, de fuerte chut que golpeó el poste antes de entrar, y el segundo de Gameiro tras excelente servicio de Vitolo.

Esos dos golpes resolvieron para el Sevilla un partido que estuvo muy complicado. Y que pudo aún haberse enredado si el colegiado (con 1-0 aún) concede un claro penalti por manos en el área. Además, era ocasión manifiesta ya que el disparo de Tana lo abortaba con brazo abierto Cristóforo, con el riesgo de la tarjeta roja. ero al pobre no se le concede ni la justicia.

Alineaciones:

Sevilla FC: Sergio, Mariano, Ramí, Kolo, Treomulinas, Cristóforo, NZonzi, Konoplyanka (Krohn-Deli, 65), Reyes (Vitolo, 55), Banega y Gameiro (Juan Muñoz, 78)

UD Las Palmas:Javi Varas, David García (Nili, 78), Aythami, Bigas, Garrido, Roque (Hernán, 71), Tana, Jonathan Viera, El Zhar, Garrido y Willian José (Araujo, 83)

Goles. 1-0, m. 68. Jugada de Vitolo que cede a Banegay éste, desde el borde del área, engancha un chut inalcanzable para Varas. El balón golpea el poste antes de entrar. 2-0, m. 74, Vitolo coge velocidad y su pase en el área lo remacha Gameiro, a placer.

Arbitro: Eduardo Prieto Iglesias (Colegio Navarro). Tarjetas amarillas a Kolo (Sevilla) Javi Garrido, Wakaso -se pierde el próximo encuentro contra el Barcelona- y Willian José (Las Palmas).

Pormenores. Más de media entrada en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla, con medio millar de canarios en sus graderíos, para el partido de la vigésimo cuarta jornada de Primera División.

Mejores ocasiones

Minuto 2. Gran ocasión tras corner por la derecha. Primero remata Bigas, de cabeza, y Viera está a punto de alcanzar el balón con la punta de la bota. Detiene sorprendido Sergio Rico

Min. 9. La respuesta del Sevilla tarda unos minutos. Pero Reyes dispara desde el punto de penalti, muy centrado, y salva Varas con el puño

Min. 17. Otro corner botado por El Zhar lo termina David García, con un cabezazo que no coge fuerza para sorprender a Sergio

Min. 24. Perdona Viera. Jugada bien trenzada con servicio perfecto de Wakaso. Pero Viera, en solitario, lanza alto ante Sergio Rico

Min. 39. Buena ocasión para Tana, tras combinación de izquierda a derecha, pero el disparo del grancanario no es preciso y no causa problema a Sergio

Min. 42. Magnífica maniobra de Jonathan Viera, arrancando desde el centro del campo a la frontal. Viera dispara con el izquierda y repele la madera, con el portero batido

Min. 54. Primera finalización del segundo tiempo. Tiro cruzado a media altura de Konoplyanka, que no encuentra portería

Min. 66, Varas se juega el tipo ante Gameiro y salva una situación de máximo riesgo en su área

Min. 67. Nzonzi dispara, en pleno acoso local, pero rechaza a corner Varas

Min. 68. Tana sala bajo palos un balón suelto

Min. 71. Los jugadores grancanarios reclaman un claro penalti en el área, por manos a disparo de Tana. El colegiado lo pasa por alto

Min. 74. Otra acción de Viera en la frontal acaba con la izquierda a las manos de Sergio

Min. 89. Gol anulado a Araujo por claro fuera de juego.