M.B.

La UD Las Palmas se ha levantado en Eibar con un extraordinario resultado; esperado y necesario. Ha vivido su vestuario esta semana uno de los escándalos extradeportivos más importantes en la historia del club. De manera desproporcional, fue más noticia por la actividad nocturna de algunos futbolistas y las consecuencias en la sala de fiestas, que ya están en Juzgado, que por lo que se realiza el equipo en los terrenos de juego.

Habría que remontarse hasta enero de 2003 para encontrar algún hecho que, en cuanto a dimensión, al manos pueda parecérsele al actual. En aquel momento, el camerunés Alain Nkong pasó una noche en comisaría tras unos incidentes de madrugada en la discoteca ‘Black and White', acusado por presuntas agresiones, destrozos en el local y resistencia a la autoridad. Todo ello salpicó a un grupo de jugadores dirigidos por Yosu Uribe, que peleaban por volver a la Primera División pero en una situación caótica a nivel económico. Nkong no llegó a terminar la temporada con los amarillos; aquel incidente precipitó su salida del club.

Nauzet Alemán era entonces un incipiente jugador de filiales, que ya había tenido incursiones en convocatorias con el grupo profesional hasta su debut apenas unos meses después. Del caso Nkong, Las Palmas se levantó aunque siempre queda esta huella. El de ahora acabará siendo igual, tragado por el tiempo pero antes deberá soportar sus propias convulsiones que salpica a protagonistas y, de alguna manera, al resto. Aquella o esta semana fue muy dura la plantilla, sensibilizada con compañeros cuyo paso no llevaba un rastro deportivo y la persecución mediática no tenía que ver con el motivo principal de su profesión.

Estos sucesos esconden un componente de rebeldía que pudo percibir antes y durante el partido el propio entrenador, Quique Setién. De esta semana previa al Eibar, Las Palmas sale adelante con una victoria inmediata pero condimentada con retos paralelos.

Las Palmas logra, por un gol en el cómputo general, salir del descenso esta semana. Y, además, se queda su plantilla con un doble reto para el próximo martes frente al Getafe: enlazar dos victorias seguidas en el campeonato y no encajar un gol, como ocurrió en Ipurúa. Con ello lograría defender la plaza 18ª actual, que es vitamina para sus seguidores.

La conjura de la que habló Quique Setién debe seguir en pie.