Manuel Borrego

Alvaro e Ismael Déniz regresaron esta temporada a su patria chica, para competir en una Primera categoría de Gran Canaria cuyo título se ha puesto muy caro. Ellos, en realidad, aspiran a la primera conquista insular en tierra materna, como líderes del Unión Sardina. Y asumen la responsabilidad de la defensa del título que el club de Vecindario obtuvo en 2015, en final disputada contra el Almogarén. La gloria personal y la del equipo caminarán juntas estos días.

Alvaro e Ismael se han preparado muy duro para este momento. Y el viernes, a eso de las 23.00 horas, sabrán si tanto esfuerzo les ha valido para ganar el trofeo por el que el Unión Gáldar también aspira. La semana la han comenzado como siempre: acuden tres o cuatro veces -en función de las luchadas- a los gimnasios Jet Canarias para no perder la preparación tan extrema, para estar al mejor nivel físico, siguiendo las instrucciones de instructor Eduardo Rivero. Y, cómo no, los consejos del amigo Juan Espino. Saben que estar en la cumbre de un deporte como la lucha canaria les exige muchísimo, complementándose todo con los entrenamientos de agarrar pantalones que realizan con sus compañeros de equipo.

Alvaro, puntal A, e Ismael, destacado A, están expectantes. "Lo que ocurrió en la liga regular no vale ahora. Todo a una lucha. Puede ganar cualquiera y la puede decidir cualquiera", afirma el hombre que ocupa la primera silla del club de Vecindario, sobre el que recaerán las miradas en la noche del viernes.

Alvaro llega en un momento óptimo, de atrás hacia delante, como su equipo. "¿Cómo parar a Gomerito?", reflexiona en voz alta. "Es muy difícil, porque nunca sabes por dónde te va a venir. Para esta final voy a centrar mis energías en mí mismo, más que pensar en lo que él pueda hacer. Tengo que imponer en la arena mi forma de luchar para que salga lo que tiene que salir".

Samuel Rodríguez Gomerito le batió dos veces en la fase regular, en ambas luchadas. Pero Álvaro no se queda en lo ocurrido sino en lo que vendrá: "Cierto es que Gomerito es de los puntales más rápidos en la arena y yo, en cambio, propongo una lucha más estable, basada en mi fortaleza. Somos dos estilos diferentes. Y anticipo que se verá un buen espectáculo. Lo que voy a intentar es encontrarme cómodo para desarrollar mis opciones".

No valen las referencias

Alvaro, Pollo de Moya III, observa desde la atalaya del lunes la propuesta del viernes: "Las dos luchadas anteriores sólo sirven para decir que el Gáldar fue campeón en la Liga regular y, desde entonces, llega a la final como favorito. Pero el Sardina se lo va a jugar todo. Estamos muy contentos de habernos clasificado, porque en la Liga tuvimos algunos contratiempos. No le doy importancia al factor local. Incluso podría decir que se lucha mejor siendo visitante cuando no tienes esas ganas de contentar a tus aficionados como local. Lo primero que debo pensar es que la gente que acuda el sábado a Vecindario salga del terrero del Sardina satisfecha de que contempló una gran final. Y yo disfrutar de ello".

El Sardina de 2016 ha sido fiel a lo que fue el campeón de 2015, llegando a la final en la última jornada y después de realizar una remontada en la clasificación. "Esto es deporte. Nunca sabes de antemano si serás campeón por mucho que hagas pronósticos. En nuestro camino a la final ha contado el factor suerte. Porque se han lesionado puntales como Carmelo (Agüimes), Ricardo Medianito (Roque Nublo), ... otros tuvieron amonestaciones. El Gáldar, en cambio, fue más regular y ahí está. Pero todavía no son campeones"

Una definición: estoy genial

"Estoy genial. Estoy ahora disfrutando de esta temporada. No tengo nervios ya. La presión que sentí durante la Liga me la metí yo mismo, porque llevaba ocho años fuera de Gran Canaria y quería hacer mucho. Nunca había luchado aquí como puntal. Y, a veces, cuanto más quieres, menos sale. Estoy ya en otra dinámica, entrenando y pasándomelo bien", argumenta el líder del Sardina.

Las ayudas de Álvaro se vieron mermadas cuando, tras el comienzo del campeonato, su destacado B Guedes no pudo seguir en competición por una lesión de rodilla. "Es una lástima no haber podido disfrutar del concurso de Raúl Guedes durante casi toda la Liga. Nos habría echado una mano estupenda. Las ganas de todo el equipo ha cubierto esa baja. El Gáldar, al contrario, tiene un grandísimo equipo con tres puntales C. Porque Rayco Santiago ha realizado una campaña tremenda. Y, además, tiene una media de las mejores. Pero esto es lucha. Y sabemos que puede ser la noche de Ismael, de Acoidán Sánchez, de Juan Ramón Sánchez, ... de cualquiera. Aquí contamos todos".

El reto personal es claro. Sus cosechas en el mundo de la lucha están huérfanas porque "nunca tuve la oportunidad de ser campeón de Gran Canaria en una competición como la actual y como puntal de un equipo. Así que comprenderán cómo se vería si logramos el triunfo. La motivación de todo el equipo es muy alta".

"La semana no la voy a plantear diferente a cualquier otra. La lucha del viernes es como cualquier otra anterior, aunque se hablará mucho de ella. Voy a salir al terrero como lo he hecho en las últimas jornadas", reafirma.

Ismael, hermano y escudero

Ismael Déniz es, con 23 años, el hombre que sigue la secuencia de su hermano en el equipo santaluceño. Durante la campaña ha debido perder 38 kilos para poder preparar su futuro en oposiciones. Aún sigue en ello sin desprenderse de su pasión por la lucha canaria.

En las últimas semanas ha tenido alguna dificultad pero ahora no hay otro objetivo que el trofeo de campeón: "No me han salido algunas agarradas como yo quería recientemente. Pero ahora mismo tengo muchas ganas de que llegue esta final. Hemos trabajado durante toda la temporada para ella y lo vamos a dar todo. Creo que la motivación es muy alta, de menos a más. Nuestra garantía es que Álvaro está en un buen momento de forma. Queremos ganar la final por cualquier medio".

Advierte en su análisis la calidad del equipo oponente: "El Gáldar ha demostrado ser muy competitivo desde la primera hasta la última silla. Su plantilla se culmina con tres luchadores muy fuertes. Nos va a dar mucha guerra, pero nosotros también la daremos".

Ismael es la voz más cerca al oído de su hermano. En los momentos difíciles, la primera palabra de aliento es suya. Ahora le ve confiado, capaz de generar una barrida en la final. "Se ha notado la diferencia. Alvaro está muy seguro, muy fuerte. Llega a la final en el momento mejor. Aunque sigue siendo el mismo Álvaro de siempre, pero ha crecido su confianza en la arena. La preparación que lleva es óptima y eso ya lo hemos notado".

"Nadie podía que pensar a principio de temporada que llegaría a la final sin perder luchadas. Eso se ha demostrado con el tiempo porque es una Liga muy intensa y competitiva. De haber sido otra final no habría extrañado porque hubo equipos que estuvieron cerca como aspirantes", recuerda el destacado A.
Su grado de satisfacción del año en nuestra Liga es alto. Lo confiesa: "Estoy muy satisfecho por la decisión de volver a Gran Canaria. Me habría gustado, sin embargo, regresar a la Liga en otras condiciones, porque mi preparación actual no es específica para la lucha canaria. Fue un acierto la elección del Sardina, que ya conocíamos bien empezando por su directiva. Estamos en un ambiente muy cómodo y dispuestos a compensarle con la victoria. Lo vamos a intentar con todas nuestra energía. En el futuro", culmina, "cuando logre mi objetivo personal podré volver a hacer una preparación específica de lucha canaria".

El órdago santaluceño está en marcha.