A la caza de un 'tiburón blanco'
12/03/2016

M.B.

No parece que al Real Madrid de Zinedine Zidane le hubiera llamado suficientemente la atención los encuentros que ya firmó la actual UD Las Palmas ante rivales importantes de ‘su' liga, como pudieron ser los correspondientes al paso por Gran Canaria de Sevilla, Villarreal o Barcelona. No lo parece del todo porque, a tenor de la convocatoria ofrecida por el técnico francés, se concede la licencia de reservar para el viaje a piezas de ilustrado valor en sus convocatorias.

Esas ausencias y el mensaje implícito que va en la decisión técnica es una puerta que se abre para un equipo amarillo que lleva toda la semana meditando cómo dar caza a un tiburón blanco para salir en la primera plana del deporte mundial.

Porque Las Palmas, en silencio, está crecida y alberga la idea de dar un zarpazo a uno de los mejores equipos del planeta en la actualidad, con una delantera que colma la figura de Cristiano Ronaldo.

Zidane quizá no ha escuchado todas las palabras que han emitido sus adversarios antes de su primera visita al Estadio de Gran Canaria. Los amarillos, que vienen de enlazar tres victorias y de sentir que están tocados por una varita, han comentado en voz alta que desean robarle el balón al Real Madrid para hacerles correr quizá "como pollos sin cabeza", que diría John Toschack.

Si el Real Madrid no está mentalizado para presionar y trabajar duro en el Gran Canaria ante los amarillos, tendrá que inspirarse mucho en sus geniales jugadores porque el partido, a medida que se acerca, va cobrando cuerpo cada vez más como deseo de hazaña grancanario, como tantas otras tardes ocurrió en sus 31 temporadas en la Primera División ante rivales de la gran altura. El Real Madrid, en nueve ocasiones, perdió en sus citas oficiales en la isla. Pero de eso no saben los Zidane boys absolutamente nada.

Las Palmas está preparada, con un planteamiento en el que podría aparecer Montoro y Roque juntos y dar continuidad a muchas cosas bien hechas en las últimas jornadas. Quizá Nili tenga la posibilidad de volverse a mostrar con su velocidad, que Momo mantenga el puesto en el once tras un mes extraordinario a título personal y que no existan motivos para alterar la línea defensiva ni el resto del bloque.

El crecido escualo está confiado pero aquí le están esperando con arpones y buen gusto futbolístico.

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