B. Pérez

Todo queda pendiente para el encuentro de vuelta, la próxima semana (miércoles 23, a las 20.30 horas, en el Gran Canaria Arena). El primer asalto de los cuartos de final de la Eurocup, disputado en Polonia, resultó un toma y daca, una batalla intensa de desgaste que tendrá continuidad en una segunda y decisiva entrega. A la cita de reverso acudirá el equipo de García Reneses 11 puntos de ventaja (82-93), pero también con la desconfianza de un rival que está rindiendo mejor lejos de Polonia.

Omic (20 puntos), Salin (16) y Rabaseda (12) fueron los máximos anotadores del Gran Canaria en un partido donde la principal referencia ofensiva polaca fue su base estadounidense Dee Bost (20).

Salida inestable

El Gran Canaria, sin embargo, no entró bien en el encuentro. Sus jugadores estaban incómodos ante un rival vigilante, especialmente en el tiro exterior. Zielona Gora logró que, al menos en el primer tiempo, el Gran Canaria no tuviera muñeca suelta como suele ocurrir en los encuentros de la Eurocup.

Los primeros minutos fueron para Zielona, con una máxima renta de 7-2, luego de que Pasecniks consiguiera una extraña cómoda canasta en el inicio del juego. Pero el codo a codo empezó a celebrarse desde el minuto 4, con una carrera paralela de aciertos y errores de uno y otro lado hasta que el Gran Canaria pudo romper la cáscara del partido.

El primer cuarto fue visitante (20-23), el segundo local (29-21). Pero a medida que avanzó el juego, el equipo de Aíto fue sentando sus bases, especialmente en ataque donde el tiro cercano de Salin -sin acertar triples- y las acciones interiores de Omic resultaban muy incómodas para el Zielona Gora.

El estirón estaba por llegar. Dee Bost mantuvo en pie más tiempo al equipo polaco con su dinamismo y acertada dirección. Pero en el Gran Canaria empezaban a funcionar más aspectos del juego. Tras el empate a 61 llegaron dos jugadas sorpresivas de Eulis Báez, desde el perímetro, dándole alas al Gran Canaria (61-67). La respuesta llegaría después por parte de Bost (71-70), tras otra serie de dos triples consecutivos. Pero el Gran Canaria tenía más recursos, con dos triples más de Rabaseda y Aguilar (71-76) en una fase espectacular del encuentro.

Fue precisamente la profundidad del banquillo del equipo canario la que le dio aire fresco en esos tramos decisivos del primer asalto. Porque con un quinteto integrado por Pangos, Seeley, Rabaseda, Aguilar y Omic en el último cuarto Aíto reventó la esperanza de los polacos de llevarse un marcador favorable. Sólo Bost estuvo a gran altura haciendo que sus compañeros no perdieran del todo el compas. El base estadounidense es un jugador a estudiar para el choque de vuelta, donde el Gran Canaria se verá obligado a minimizar sus efectos para no sufrir la desagradable sorpresa que padeció el Unics Kazán, en la vuelta de los octavos de final.

El despegue, en el último cuarto

En un abrir y cerrar de ojos, el partido pasó del 71-70 al 71-81, a falta de seis minutos. Quedaba sólo administrar esa renta para dejarla en 11 puntos y poder volar a la isla con la sensación de que las semifinales se aproximan a la isla por segunda vez en su historia.

Alineaciones:

Stelmet Zielona Gora: Bost (20), Moldoveanu (10), Mateus Ponitka (9), Borovnjak (7), Koszarek (12), inicial, Szewczyk (3), Marcel Ponitka (-), Gruszecki (13), Hrycaniuk (2), Zamojski (3), Zywert (-) y Djurisic (2)

Herbalife Gran Canaria:Oliver (5), Newley (6), Salin (16), Báez (9), Pasecniks (4), inicial, Pangos (8), Seeley (2), Rabaseda (12), Omic (20), Aguilar (11), Savané (-) y Paulí (-).

Arbitros: Foufis (Grecia), Petek (Eslovenia) y Mitrovski (Macedonia)

Parciales: 20-23, 49-44, descanso, 65-67 y 82-93, final.

Partido de ida de los cuartos de final de la Eurocup, disputado en el Centro Recreativo y Deportivo de Zielona Gora, 4.509 espectadores.