Pablo Alvarez, el guerrillero de Los Olivos
21/03/2016

El delantero asturiano siente el crecimiento del Villa y la ambición: "Queremos el primer puesto; lucharemos por él hasta el final"

M.B.

Pablo Alvarez(15 de septiembre de 1983, Gijón) es uno de los jugadores-guías del Villa de Santa Brígida, colíder del grupo canario de la Tercera División. El delantero asturiano está en su tercera temporada como miembro de la plantilla satauteña; tren de largo recorrido, ahora confiesa que practica el fútbol para disfrutar de sus entrañas. Al zarpar la temporada actual, el Villa vivía con la esperanza de mejorar lo realizado en el ejercicio precedente, cuando se quedó a las puertas de la promoción. Pero, llegado este momento, Pablo reflexiona en voz alta: "Queremos el primer puesto. Salimos con un propósito de estar peleando por la liguilla. Pero el equipo ha crecido, se lo está creyendo. Ahora tenemos 61 puntos, estamos líderes virtuales por el golaverage con Las Palmas Atlético (1-2 en la ida) y nos sentimos con fuerzas para pelear por este objetivo, que sería muy bonito. Lucharemos por él hasta el final".

Alvarez no sabe explicar el por qué esta temporada el rendimiento del Villa está siendo tan óptimo cuando los preparativos fueron similares a las campañas anteriores. "Si algo caracteriza al club es confeccionar plantillas con buenos jugadores. Tenemos futbolistas con calidad, pero este año el rendimiento es todavía mejor. Estamos con la ilusión de jugar por el ascenso. ¿El modelo de juego o el técnico?. No lo sé. Pero lo cierto es que estamos en la mejor dinámica y que vamos a pelear por todo esta temporada. La plantilla está muy comprometida para hacerlo. Cuando un equipo está así hay que aprovechar el momento".

En su caso lo hace para disfrutar. "He estado en muchos equipos. Desde que salí del Real Madrid estuve cuatro años en filiales del Sporting. He jugado en Segunda B, en el filial rojiblanco, Guijuelo, Universidad, Extremadura, Villa, Reus ... Pero ahora veo el fútbol de otra manera. Soy yo el que disfruta de él y más con los compañeros que tengo en esta etapa".

El experimentado delantero es un protagonista especial en el grupo del Santa Brígida, respetado por dirigentes, técnicos y deportistas del club grancanario. "Trato de ayudar a todo el mundo en lo que puedo. En el vestuario del equipo cuelgo cada frase que considero inolvidables de mis compañeros. Tengo unas 300 fotos expuestas en la pared de nuestros momentos. Trato de hacer grupo porque es lo que hace fuertes a los equipos".

Tiene que competir para los puestos de vanguardia con varios jugadores como Santi y Javi Trujillo. "Esos son de los míos. Porque tienen pelea y garra; no dan un balón por perdido. En la categoría como en la que ahora estamos hay que correr mucho y discutir todos los balones. Ambos lo han interpretado perfectamente y hemos de agradecerles esa intensidad en cada partido".

Un chiringuito en el Aeropuerto

El pasado fin de semana, en el desplazamiento del equipo antes de la victoria sobre el Marino (1-4), Alvarez tuvo una nueva ocurrencia: "Le había prometido a mis compañeros que si éramos el equipo menos goleado de la categoría les daría una sorpresa. Siempre están con el tema de los sándwich en los viajes y así fue cómo les llevé una sandwichera eléctrica para utilizarlas mientras esperábamos la salida del vuelo". En una esquina del Aeropuerto de Gran Canaria, Pablo instaló su particular chiringuito y fue invitando a cada uno de los componentes de la expedición: "Enchufamos el aparato y cada miembro se comió dos ... así que entre todos hicimos unos cincuenta bocadillos calentitos. Pasamos un buen rato. Sólo era un detalle para hacer grupo ... y para que me tomaran en serio cuando digo que voy a hacer algo".

Lo siguiente, ya en el terreno de juego, será confirmar el pase a la promoción de ascenso. "Creo que nosotros vamos a estar. De eso estamos convencidos. Lanzarote sigue está ahí, temporada a temporada siempre es candidato. Las Palmas Atlético está como el primer equipo ahora, jugando a buen nivel y con confianza. El cuarto puesto ya se verá. Hay varios equipos pujando por él. Es el que tengo menos claro".

El momento más difícil de la vigente campaña, sin embargo, llegó intantes después de gozar de una enorme ilusión. Fue un mazazo. El Villa quedó apeado de la Copa Federación en su cruce con el Móstoles. Aquello dejó dos tipos de huellas. "De una parte, el mal sabor de quedar eliminados por una jugada tonta cuando teníamos el pase en las manos. Tuvimos varias ocasiones para cerrar la ronda, las malogramos e, incluso, con un disparo de Juanma al larguero. Perdimos el pase en el último minuto. Pero haber superado ese momento que fue psicológicamente duro y el haber vivido la experiencia del viaje a Madrid, algo a lo que no estaba acostumbrado el equipo, nos hizo en realidad más fuertes".

Siempre gana el que algo aprende.

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