B. Pérez

Los once puntos logrados por el Gran Canaria en Polonia (82-93) es una renta lo suficientemente importante para valorar seriamente sus opciones de alcanzar las semifinales de la Eurocup. El equipo de García Reneses aguantó la embestida intermitente del Ziolena Gora en el choque de ida, estuvo en muchos aspectos del juego, a la par o mejor. Pero hubo detalles que se le escaparon de control.

Uno de ellos fue la actuación del base estadounidense Dee Bost, que movilizó al equipo polaco con enorme dinamismo y quebró muchos instantes sobrios de los amarillos. Bost acabó aquella tarde con 28 de valoración, 20 puntos y 8 asistencias. Sus robos, penetraciones y tiros cerca del aro fueron un quebradero de cabeza para los bases y escoltas del representativo grancanario.

Zielona Gora depende mucho de este jugador. El Gran Canaria se debe exigir para maniatarle o minimizar sus efectos en la cancha en el encuentro de vuelta, previsto para el miércoles a las 20.30 horas.

Zielona se obsesionó en la ida con el marcaje de Sasu Salin, creedores que era el principal recurso exterior del Gran Canaria. En la Eurocup, la expresión ofensiva del Gran Canaria está siendo elevada desde el exterior de la línea 3 puntos. La referencia estadística sitúa al finlandés a las puertas de ser el jugador con más triples del torneo, con 48 supercanastas convertidas en 19 partidos, una menos que el ex amarillo Ryan Toolson (29, en 15 partidos).

Pero el Gran Canaria no es exclusivamente Salin; ni el Zielona Gora ... Bost. El miércoles, la solución a la eliminatoria