El juego interior de los turcos y el ambiente del pabellón, determinantes en el partido de ida
B.P.
El juego interior de Galatasaray fue más lesivo para el Gran Canaria que el ambiente de su pabellón. El equipo visitante no pudo contener las acciones del conjunto turco, que elevó su cosecha de puntos con 30 canastas logradas en las proximidades del aro. Muchas de ellas, mates o balones fáciles de colocar.
Cinco de los jugadores turcos estuvieron por encima de los 13 puntos y, en total, los hombres de Ergin Ataman lograron capturar 43 rebotes. Por ahí ha pasado el primer encuentro de las semifinales, que coloca por delante al Galatasaray.
El conjunto turco fue mejor o sacó mejor rendimiento al tipo de juego en el que se desarrolló el partido. Para el Gran Canaria fue un alivio que le funcionara el tiro exterior mejor que a su oponente. Especialmente en la segunda parte. 30 de los puntos amarillos fueron con supercanastas, pero el déficit se encuentra en el juego interior, a pesar de que Omic (15) fue su máximo anotador.
Ahora, tras el primer asalto, hay mayor conocimiento entre ambos equipos. Hay factores de corrección evidentes que ha de tenerse en cuenta para volver esos catorce puntos, que representan una montaña, pero no una cordillera.