La afición amarilla,la segunda más grande en las semifinales de la Eurocup, asume con respeto la eliminación mientras su equipo se prepara ya para recibir al Valencia de Pedro Martínez con el reto de certificar una nueva participación continental
Juan Pedro Borrego
La Europa del baloncesto tendrá que esperar un año más para conocer a su primer campeón de más abajo de la Península Ibérica. El Gran Canaria, si todo continúa como se prevé, tendrá la oportunidad el año próximo de reivindicar un cetro que ha demostrado merecer por dos campañas consecutivas a un nivel impresionante. Los amarillos han respetado la competición desde el primer bote de balón y han conseguido combinar buen rendimiento en el contexto internacional con una buena posición en la Liga y en la Copa de España, algo reservado a los grandes conjuntos.
Queda claro que la escalada amarilla en los rankings internacionales es producto de un buen trabajo que empieza a hacer merecedor a los isleños del escenario que ahora defienden. A la altura de las circunstancias del Gran Canaria Arena en todos los sentidos, el conjunto amarillo ha enganchado a una gran cantidad de aficionados unidos a su causa. En las semifinales, tras el Galatasary, con 10.383 espectadores en el partido de ida, el Herbalife fue el segundo de los cuatro participantes que más espectadores llevó a la cancha (7.908). Strasburgo congregó a 6.166; y el Trento, jugándose el pase a la final tras ganar en Francia, tuvo como anfitrión en el partido de vuelta a 4.000.
Gran Canaria, después de más de cuarenta de años disfrutando de un equipo de máxima categoría, habla baloncesto y su aficionados han aprendido a encajar con el equipo en los buenos y en los malos momentos. Ayer tocó uno de esos 'golpes' que cuesta digerir, pero que a la larga se pueden convertir en dulces recuerdos que educan a un conjunto que sigue en ascenso deportivo descaradamente.
Tras los exitosos años de su próximo visitante, el Valencia, en la Eurocup, el Gran Canaria demuestra estar preparado para aceptar el reto de luchar por jugar la competición de la Euroliga si se lleva a efecto la propuesta de la ACB, de ampliar la participación española al mejor clasificado de la Liga Endesa para la temporada 2017-2018. Ascender a ese escalón puede ser un buen golpe de efecto impresionante para el que hay que seguir poniendo nuevos ladrillos, muchos de los cuales pasan por vencer este fin de semana al Valencia de Pedro Martínez en la Liga Endesa.