M.B.

Este verano, Domingo Díaz y Begoña Santana duermen con un ojo cerrado y el otro en alerta. Es un periodo entre temporadas distinto al de muchas anteriores. El descenso de categoría del equipo de la Liga femenina les roba la paz porque no están acostumbrado a ello. Tantos años de trabajo, tantas obras bien hecha y seriedad en la gestión recibe una zancadilla de la que hay que levantarse.

El haber sido leales a la proporción entre la economía y las opciones de cantera es su pecado. La pareja que gobierna el timón del Spar Gran Canaria de baloncesto sabe que de estas olas la nave volverá a salir a flote y restablecer su ruta. Pero no dejan de reconocer que, pasadas algunas semanas del descenso consumado, este golpe les produce contrariedad.

"El descenso es bastante grave", reconoce a los lectores de Tinta Amarilla el titular que encabeza toda esta tropa de ilusiones. Domingo Díaz considera que "después de 33 años en la máxima competición, siendo el decano de la misma, con tanto trabajo realizado ... es un golpe. El problema es que nuestro deporte, por desgracia, está muy profesionalizado, hecho para ricos cada vez más, y el Spar Gran Canaria no deja de ser un club humilde, con una importante social y de base. Ahí están nuestros resultados en los campeonatos de España que lo ratifican. Y jugamos de alguna manera en condiciones de inferioridad con respecto a otros equipos".

El Spar Gran Canaria está celebrando un año más con sus jugadoras cadetes y junior los títulos de España de ambas categorías, pendientes de conocer el desenlace de las infantiles. Ese reino es de las grananarias, de una labor de cantera que comienza en las profundidades del Rodríguez Monroy. "La pasada temporada, el Real Madrid ganó las tres competiciones nacionales de categoría de base. Lo consideraron a todos los niveles un hito histórico, algo que nosotros hemos logrado en cuatro ocasiones con nuestras niñas. Y este año podría ser la quinta". Lo comenta Mingo, sin duda, porque sabe que en algunos sectores no se le ha valorado de forma proporcional esta línea tan triunfadora que ha llevado a gobernar el baloncesto femenino durante tantos años.

"Nuestros logros de cantera se valoran muy, muy, muy bien fuera de isla. Sin embargo, yo siento que aquí lo notamos bastante menos. Por los motivos que sean", añade. "Hemos conseguido gracias a Spar estar un año más en competiciones. Pero estamos expectantes. Porque ahora mismo la Federación Española está sin presidente, en proceso de elecciones. Necesitamos que alguien coja la sartén por el mango y haga justicia. Porque creemos que nos merecemos estar en la Liga femenina".

Esos méritos que le valen como escudo para su lucha administrativa son los que logra el Spar Gran Canaria en su limpia gestión económica. Mingo nos lo aclara: "Lucharemos porque creemos que sería justo que se nos reconociera nuestra labor. Ya tenemos el patrocinador, hemos cumplido con creces en todo, con nuestras dificultades económicas. Aunque nos vendrá otro problema añadido que es la marcha de un alto porcentaje de nuestras buenas jugadoras, con posibilidad de salir a Estados Unidos. No podemos competir con esto porque hablamos del futuro de las jugadoras. Pero a nosotros, como club, nos daña".

Salamanca no quiere pagar los 54.000 euros de Ndour

Y luego está la deslealtad entre clubes. "Porque hemos ganado una reclamación por derechos federativos de Astou Ndour. Pero Salamanca no quiere cubrirlos. El fallo de la Federación (54.000 euros) es a nuestro favor, pero Salamanca no quiere pagar y necesitamos que alguien en la Federación coja el toro por los cuernos".

"Estas marchas y la desprotección sobre nuestros derechos hacen que todo sea cada vez más complicado, por mucho que nosotros trabajemos la base y logremos campeonatos de España", reconoce. "Tenemos jugadoras en nuestra cantera para cubrir más tiempo las necesidades del equipo, pero seguro que varias se marcharán a universidades de Estados Unidos. Eso es un premio para ellas. En España, la universidad no tiene una ayuda para los deportistas puedan desarrollar en la alta competición y estudiar a la vez".

"La realidad es que no arrojamos la toalla, seguiremos luchando y trabajando hasta donde lleguen nuestras fuerzas", comenta. "Tras las elecciones veremos quién sale presidente. Y entonces vamos a solicitar la plaza en la Liga femenina, por nuestro cumplimiento durante 30 años con el baloncesto y pedir que todos estemos en igualdad de condiciones a la hora de cumplir", sentencia.