Manuel Borrego

La agonía de la UD Telde no tiene fecha de caducidad. Pero sus socios se resisten a verle desaparecer. Un club con tanta historia trata de evitar el naufragio al que la quiebra económica podría llevarle. Este martes, en el transcurso de la asamblea general de socios de la entidad, emanó una nueva luz, un último intento para evitar la disolución (esa palabra brotó en varias ocasiones en el transcurso de la reunión). Una nueva junta gestora se puso al frente de la nave con el propósito inicial de negociar con el principal acreedor del club, el ex presidente Cándido Cabral, y buscar alternativas para que sus dos principales equipos sigan en Tercera División y en la Liga juvenil Nacional.

La reunión a la que asistieron 25 socios fue densa, con múltiples intervenciones, y tras ella el socio número 13, el más antiguo del club en la sala, fue designado por mandato estatutaria como presidente del selecto grupo gestor. Liberto Cabrera Garavito (nacido en 1932) es el hombre que abandera la esperanza teldense, acompañado por Jony Alzola y Pablo Mozo. Y, además, Luis Macíasse ofreció a acompañar al trío de nuevos dirigentes como interlocutor/mediador ante el mencionado Cabral.

"En cualquier caso, no vamos a negociar la retirada de competición", aclaró tras la asamblea Cabrera Garavito a Tinta Amarilla. "Eso no es materia de negociación. Lo que se trata es buscar fórmulas para saldar las deudas y que nuestros equipos se mantengan en sus actuales competiciones".

Este asunto es de vital importancia antes de que se produzcan las próximas reuniones. A preguntas de Tinta Amarilla (único medio de la capital grancanaria presente en la asamblea), Migdalia Rodríguez desconocía quién en nombre de la UD Telde había elevado consultas ante la Federación ante un supuesto propósito de descender dos categorías al club que actualmente milita en Tercera División. En cualquier caso, los socios no se mostraron proclives a la marcha atrás "con lo que nos ha costado llegar y mantenernos en Tercera", dijeron.

Habla Macías, el mediador con el acreedor Cabral (C. Torres)

Las soluciones pasan por Cabral

Este desenlace se produjo después de hora y media de intervenciones. Migdalia Rodríguez y su grupo de dirigentes consumó la dimisión convencida de que "yo soy un problema. Estoy segura de que yéndome, el señor Cabral negociará y encontrará soluciones porque con nosotros nunca se quiso sentar".

Hizo un recordatorio de cómo está la situación que calificó en reiteradas ocasiones como "quiebra económica". Pues "hemos satisfecho 57.000 euros en 24 meses de la deuda que tenía la entidad", pero recordó que "en el juzgado hay una demanda de 65.183 euros que nos tiene bloqueados", en alusión a las subvenciones de Cabildo y Federación. "No sabemos si existirían nuevas demandas económicas tras esta".

Insistió en su idea de "no poder más, tenemos un límite" porque "hemos llegado al hartazgo". Recordó las propuestas del acreedor de que, para solucionar la deuda, los miembros de la gestora que ella presidía podrían "haber pedido un crédito o pedir una derrama a los padres (...) De mí no se ríen más, tampoco de la gente que me ha ayudado de forma altruista a apoyar a este club".

El traspaso en la concejalía

Rodríguez tiene la sensación, no obstante, de que con la gestión realizada y a pesar de las dificultades "le hemos dado dos años más de vida a la UD Telde. Ese es nuestro consuelo".

El traspaso de poderes de los miembros de la gestora saliente con la entrante se efectuará "en la concejalía de deportes. Aunque el concejal no está aquí, la montaña irá a Mahoma. Queremos que este acto se produzca allí para que esté totalmente claro y sea un traspaso sin reparos. Entregaremos las llaves y los documentos (...) Porque teníamos claro que si alguien no se hacía cargo de la entidad esta noche, habríamos dejado todo en el Ayuntamiento".

Los movimientos para salvar a la UD Telde no se pueden demorar. En unas semanas el club deberá tener la inscripción formulada en Tercera o tomar medidas de mayor alcance. Los emisarios salieron en búsqueda de una luz, pero el tiempo se les echa encima.

Alzola, Mozo y Cabrera Garavito, los tres miembros de la junta gestora, dialogan tras la asamblea (C. Torres)