La victoria de Miguel Concepción, contundente, abrumadora en número de acciones y sin excusas, deja un panorama alentador en el tinerfeñismo que quiere pasar página para centrarse en lo deportivo después de un mes de dimes y diretes. De una campaña con pocas ideas, más allá de las anunciadas en la presentación de cada candidatura, y muchas palabras gruesas. La anulación de más de 400 papeletas a Pier Luigi Cherubino desató el enfado del candidato y su grupo, que no estuvo presente al completo en la junta, aunque Ángel Fernández Carrillo se encargó de describir cada anulación: papeletas sin firmar, con firmas distintas a las del DNI, sin presentar el DNI, de personas que no eran accionistas... y hasta de una empresa (Mazzotti SA) con 4.500 acciones. Firmó para delegarlas Alejandro Navarro, que no es administrador de la sociedad desde 2010. Curioso. "Hemos presentado 4.100 y solo se nos han contado 2.600", se quejó el excomentarista de televisión que solicitó al notario que constara en acta su queja, así como su derecho a impugnar el resultado. "Si le sirve de algo, a mí también me han anulado acciones", respondió el presidente.

Superada a regañadientes la polémica llegaron las votaciones. Miguel Concepción declaró abierta la junta con la presencia del 63,18 por ciento del accionariado del CD Tenerife. Fueron 111.149 acciones de las 175.925 que suponen el total de la SAD. Miguel Concepción presentó 1.000 acciones propias, por 10 de Pier y 2 de Juan Antonio Quintero. Pero el dato importante de verdad era el total de las representadas. El empresario palmero alcanzó la cifra de 84.391 acciones, muy por encima de las 25.530 (contando con el apoyo de otros tres accionistas que acudieron personalmente a la asamblea) de su máximo rival. Quintero, que evitó presentar una plancha alternativa y se presentó únicamente como consejero, solo llegó a 1.228 títulos.

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