Kevin Boateng dejó detalles, sólo detalles de su gran clase. Dos jornadas, dos goles y ambos de cabeza. El 2-1 de este domingo en el Gran Canaria fue extraordinario. El pase de Livaja quedó en la frontal y allí el Príncipe voló más que el portero Ochoa, calculando mejor el tiempo de llegada del balón. El testarazo fue hacia el portal nazarí, sin apelación, porque ya nadie quedaba para defenderlo. Boateng fue aclamado por el público. Dos actuaciones, dos goles; y ahora la preocupación de verle recuperar de la contusión que le obligó a retirarse.
No salta, vuela
28/08/2016
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