B.P.

Angel Luis Camacho afronta la incómoda posición del Unión Viera, vigésimo clasificado del grupo canario de Tercera, desde la reflexión. "Todos nos hemos equivocado en estos tres partidos. Yo, el primero. Tenemos que mantener la calma para encontrar nuestras soluciones porque tenemos nivel para competir".

El Unión Viera muestra como característica en el inicio de la presente Liga una debilidad defensiva que no conocía de temporadas anteriores. Suma doce goles encajados en tres partidos, pero "lo más preocupante es que sólo hemos competido realmente en el primero. Se han producido aciertos rivales pero también abundantes errores nuestros. Muchos por falta de experiencia o por imprecisiones".

Camacho parte desde la convicción de que el equipo de Ciudad Alta sigue en plena construcción, a pesar de que la Liga ya echó a rodar hace tres semanas. "Lo que me tranquiliza es que el equipo tiene nivel para salvar la categoría. Pero en la defensa tenemos mucha juventud, nuestros futbolistas necesitan un tiempo porque esta categoría tiene una exigencia. Mi preocupación es lograr coger la forma y conseguir un equilibrio en el juego que aún no hemos demostrado".

"Somos un equipo que tiene veteranía arriba y juventud detrás. Vamos al revés de las pautas tradicionales, que son las de veteranos atrás y jóvenes delante. Esto tiene que ir solucionándose poco a poco, aunque también es cierto que el equipo está por terminarse", declara a los lectores de Tinta Amarilla el entrenador. "Porque hemos comenzado la Liga con 17 jugadores. Esa cifra en plantilla es muy baja. Y el Viera, como se sabe, no tiene un poder económico para competir en los fichajes. Estamos todavía esperando refuerzos para nuestra defensa, con futbolistas que pudieran llegar para apuntalar al equipo. Esperamos aún descartes pues el mercado de Tercera sigue abierto hasta el segundo ciclo, no tiene el cierre inicial del resto. El club trabaja en ello".

Esta situación tan atípica para el Unión Viera la padece en primera persona el portero Li, quizá uno de los mejores de la categoría por su rodaje y oficio. "Li lo puede estar sufriendo tanto como el delantero más avanzado", matiza Camacho. "Esto es una labor de equipo, de todos; los goles llegan porque todos nos hemos equivocado. El deporte tiene estas pruebas en las que hemos de demostrar fortaleza mental ante las dificultades, más cuando llegan los palos que cuando estás en la situación opuesta".

De esos tres partidos, llamó poderosamente la atención el 6-0 ante el Tenerife B. "Allí bajamos los brazos en la segunda parte. Dejamos de competir y sí me preocupó. El equipo debe reponerse ante cualquier adversidad. Desde la tranquilidad, esto lo vamos a reconducir".

La situación deportiva es también una prueba para el propio técnico, que "no me había ocurrido antes empezar de esta forma tan desastrosa. La exigencia también me la planteo a mí mismo, el primero".