Reino, contra fiebre y marea en San Cristóbal
10/09/2016

Verónica Navarro fue la primer fémina en la dura travesía 'La Laja-San Cristóbal', que tuvo que cambiar el sentido del recorrido por las condiciones del mar

Juan Pedro Borrego

Abián Reino (Metropole) y Verónica Navarro (Perpetuo Socorro), por cuarta vez en cuatro ediciones, se imponen en la dura Travesía 'La Laja-San Cristóbal'. Las extremas condiciones del mar forzaron a los organizadores a tomar la decisión de cambiar en sentido de la prueba, que mantuvo un recorrido superior a los 2.000 metros. Reino, pese a pasar por un proceso febril, invirtió un tiempo de 23 minutos y 20 segundos, mientras que Navarro realizaba 26:14 para ganar a las restantes féminas.

El amplio dispositivo de seguridad de la Travesía 'La laja-san Cristóbal' tuvo que emplearse a fondo para que todo acabar sin problemas graves. El mar se 'envalentonó' para complicarle la 'vida' a los 198 participantes que decidieron lanzarse al agua (224 habían pagado sus inscripciones), de los que 186 'tomaron' tierra en la playa de La Laja. Abián Reino fue el más rápido en una mañana que tampoco había empezado bien para él a consecuencia de la fiebre. la fuerza del mar podría ser una ayuda en sentido norte-sur, a favor de corriente, pero también una emboscada, lanzando a algunos de los participantes contra las rocas.

Así, Reino, lo mismo que Verónica, supieron tomar la línea recta e imponer su mayor forma física para alcanzar la línea de meta; y, en el caso del nadador metropolista, sumar su nombre a los triunfadores de las tres ediciones anteriores, Raúl Santiago y Airam Carretero (Carucagua), quien esta vez llegaba en segundo lugar a la meta, con 23:45, por delante de David Romera (Nonadamos). 24:15.

Por su parte, Navarro mantiene la hegemonía en una competición que sólo la conoce a ella como ganadora femenina. Las otras dos chicas en el podio de la general femenina fueron Luz Divina Mendez Montesdeoca (Perpetuo Socorro), 29:57, y Ana Aragonés Márquez, con 30:08.

Con ello, un amplio registro de verdaderos y verdaderas valientes, que con más o menos incidencias, llegaban a meta satisfechos de haber vencido no sólo a sus tiempos, sino también a los duros elementos.

 

 

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