El singular aniversario de Guillermo Octavio
22/09/2016

El hoy jugador del Villa llegó el 22 de septiembre de 2015 desde Caracas. Pensaba que el fútbol había terminado tras pasar por cuatro clubes de Primera, pero la Tercera canaria le abrazó

Manuel Borrego

La historia en Canarias de Guillermo OctavioIzquierdo (Caracas, 14 de agosto de 1986) comienza hace un año. El hoy jugador del Villa de Santa Brígida tiene apuntadas en su memoria todas las fechas. La del 22 de septiembre de 2015 corresponde al día de su arribo a la isla, con esposa e hija. Hasta entonces, Guillermo Octavio se había ganado el salario como jugador de la Primera División de Venezuela. Enumera para los lectores de Tinta Amarilla sus pasos en el balompié de la Liga vinotinto, que comenzó a los 19 años con el Estrella Roja de Caracas. En este club, dos etapas y un año en Segunda División. Pero hubo más escudos: Atlético de Venezuela, Monagas Sport Club y Carabobo antes de tomar la decisión de su vida al finalizar la campaña de 2015. En total, cuatro Primeras de su país antes de cruzar el Atlántico.

"Había venido a Canarias en seis ocasiones, de vacaciones. Por lo tanto, ya conocía la isla y, en el especial Gran Canaria. E hice amistad con una persona, que tiene una empresa en Arinaga. Le conté mis preocupaciones", narra. "Con casi 30 años de edad ya no me veía en el fútbol con futuro. Por suerte, el deporte me ha dado la posibilidad de tener propiedades en mi país; casa, vehículo, ... Pero creí que había llegado el momento de un cambio en nuestras vidas, porque hasta el béisbol en Venezuela pasa dificultades. Cuando no hay dólares, empiezan los problemas".

Guillermo Octavio, esposa e hija comenzaron una nueva aventura hacia la isla que les ha abrazado en su recepción. "En realidad, yo daba por terminada mi etapa en el fútbol. Desconocía los niveles que había en España más allá de la Liga de Primera", reconoce. "Pero mi amigo y otra amistad más me hablaron del Telde, de la Tercera División. Conocí allí a un grupo fantástico de personas. El míster Angel Luis Camacho es un fenómeno como persona. No tardó mucho en convencerme. Y en diciembre ya estaba jugando en la Tercera. Mi debut fue contra el Ibarra".

Una lesión le impidió llegar a la selección

En un tiempo rápido Guillermo Octavio se ha hecho un hueco en nuestras competiciones. Hoy es uno jugador con creciente papel en el Villa de Santa Brígida. El caraqueño, sin embargo, había tenido abundante presencia en el fútbol de su país. E, incluso, estuvo cerca de ser convocado por César Farías para el equipo nacional. Medita al recordar este episodio. "Primero, yo había acudido a lo que allí llamamos módulos, concentraciones. Y cuando tenía 22 años, recibimos una convocatoria para ir a la selección con motivo de dos encuentros amistosos. Creo recordar que eran contra Costa Rica y Guatemala. Sin embargo, justo días antes me rompí los ligamentos de una rodilla. Mi compañero Ricard Blanco sí pudo ir y yo me quedé a las puertas. Aquella lesión me apartó un semestre del fútbol".

En aquel entonces, Guillermo Octavio jugaba como zaguero central y también en posiciones de pivote defensivo. "Pero, aunque no tenía vocación de goleador, cada temporada anotaba una media de cinco o seis tantos. Algunos de cabeza, porque el juego aéreo es uno de mis fuertes. En el Telde marqué seis en menos de veinte partidos. No estuvo mal".

Guillermo Octavio cambió de equipo este verano. "Me habría ido con los ojos cerrados al Viera, con Camacho y Juan Méndez. Lo habría hecho por ellos, pero los horarios me venían mal. Muy tardíos". Porque, como ya dijo, "el fútbol es ahora un complemento de mi vida. Lo hago por divertirme, por cubrir espacios. En el Villa de Santa Brígida he tenido mucha suerte. Al principio, como siempre, los chicos estaban expectantes, pero ahora la integración ha sido muy fácil. Me costó muy poco adaptarme al nuevo ambiente".

Angel Luis es un fenómeno

Guillermo se distancia de considerarse un referente aún en el club satauteño, a pesar de que por sus botas pasa mucho fútbol. "Fue Angel Luis Camacho el que me situó en la mediapunta. Porque decía que tenía capacidad para convertir goles en esa posición. Yo creo que la responsabilidad en el Villa corresponde a los veteranos del equipo, porque son ellos los que conocen mejor el club. Luego, el tiempo, irá diciendo el resto".

Explica su relación con el balón cuando el equipo está en ataque: "Tengo buena patada con las dos piernas, me coloco bien en el campo. Eso es lo que quizá vio Camacho para adelantarme en el esquema".

No es el único venezolano que compite en la Tercera canaria. Guillermo Octavio conoce bien la historia de Ronaldo Peña, el delantero titular de Las Palmas Atlético y compatriota suyo. "A Ronaldo me enfrenté en mi país. Él jugó poco en Primera allí, porque era muy joven. Pero se le ve un gran potencial, mucho camino por recorrer. Es un futbolista buenísimo, con un físico dotado para jugar en la élite. Y, además, cada vez mejora su técnica. Le vimos jugar en el Sudamericano con Venezuela y en aquel torneo la rompió, con siete u ocho goles y el mismo número de asistencias. Creo que él puede llegar muy lejos en el fútbol español".

El organizador caraqueño del Villa no deja de reconocer que vive una etapa de contrastes a nivel personal. "Aunque en Venezuela el Caracas FC es el club que más mueve, lo cierto es que llegué a jugar en mi país ante cuarenta o cincuenta mil personas en algunos partidos". Ahora, apenas unos centenares de personas acuden a los encuentros de su equipo pero "lo que valoro ahora el deporte es lo que me da. Juego por divertirme y es a lo único que aspiro en estos momentos".

Guillermo Octavio, en su etapa de jugador del Carabobo (J. Ulloa)

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