Ya no es jugador profesional en activo; mata el gusanillo con el Abrisajac, en Preferente. Pero el Flaco no pierde el hábito. Sigue siendo el mismo. Se calza las botas de tacos para el césped artificial, se pone un peto para jugar el partitido del filial y, como uno más, echa una mano a los jóvenes jugadores para transportar la portería auxiliar tras el trabajo táctico con el balón. Así es él, don Juan Carlos Valerón: sencillo, humilde y colaborador. Por eso la foto de este jueves tiene su aquél que no pasamos por alto. No cambiará jamás.
El Flaco no cambia
29/09/2016
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