El empache de la Supercopa llegó hasta el derbi; el Gran Canaria no logró ser el Gran Canaria ...
B. Pérez
Las periodistas somos como arietes: estamos para rematar la tarde. El resultado de un partido es la sensación final del mismo: De una supercopa ilusionante, a una superdecepción en el inicio de la Liga, frente al Iberostar Tenerife. Esa es la conclusión de un partido que no deja ser más que eso, la primera jornada de la Liga ACB. Y mucho por trabajar y por conquistar delante.
Pero es que ocurrió que Casimiro leyó durante la semana algo que no le estaba gustando. Un empache completo después del éxito sonoro de Vitoria, donde el Gran Canaria fue de verdad un equipo grande, inalcanzable para los mismísimos Baskonia y FC Barcelona. Las celebraciones de la Supercopa se prolongaron incluso hasta el partido de rivalidad contra el Tenerife: el pasillo de honor, la exhibición del trofeo, vídeos conmemorativos de la gesta en el macromarcador del pabellón en algún tiempo muerto, el ‘campeones, campeones' alentado por una grada de animación que, durante el partido, cayó en el desánimo, ... Grandes contradicciones para que un derbi acabara donde el Tenerife quiso terminarlo.
Ganó el equipo visitante porque el Gran Canaria no fue el Gran Canaria. Y si consiguió volver en algún momento lo hizo de forma intermitente.
Porque McCalebb no cogió de verdad la batuta del juego, su Salin o Kuric encontraron la ráfaga de disparos letales, ni la defensa tuvo la intensidad requerida más que fogonazos, ni los pivots dominaron bajo los tableros como podrían haber mostrado, ni la sucesión de cambios acertó a cambiar dinámicas. Al contrario; el Tenerife vino a aguar la fiesta y Beirán cargó su fusil de forma certera (6 triples de 8 intentos, con 21 puntos finales) para disparar en los momentos claves y acertar como el que quiere pasar una factura.
Todo salió mal en el derbi. Ni qué decir que es el resultado anecdótico que todavía subraya más la altura de lo conseguido porque ni así se fue triste la afición del Gran Canaria Arena. Comprende y perdona.