M.B.

"El viernes me costó dormir bien. Estaba flipando con mi luchada. Nunca me había ocurrido nada igual". Francisco Ojeda Lozano (20 de octubre de 1992, Cruce de Arinaga) apenas mueve la báscula de los 88 kilos con 1,82 de estatura. Tiene ágiles piernas para compensar con movimientos su teórica debilidad en la batalla ante rivales de mayor envergadura en todas las dimensiones. Este pasado viernes hizo la luchada de su vida, al menos hasta ahora. Eliminó a cuatro bregadores del Unión Gáldar y acabó compensado con una extensa ovación del graderío. Los aplausos procedían de todos los sectores: los propios, los neutrales e, incluso, del rival.

Ojeda fue por un día el número dos del Roque Nublo. Le llevó a ello su arrojo ante rivales de mayor potencial como Yeray Alamo y el destacado C Sergio Santana, a los que eliminó dando las dos seguidas. Eligió la pardelera para combinar sus movimientos de ataque porque, además, no eligió la contra como su herramienta para ir de sorpresa en sorpresa hasta que se topó con Rayco Santiago.

Ojeda apea a Iván Pérez (C. torres)

"El rival al que menos esperaba batir fue a Yeray Alamo. Porque se me había dado muy mal la vez anterior. Sin embargo funcionó la pardelera. Fue especialmente motivante para mí. Un subidón", afirma en declaraciones a Tinta Amarilla en una semana que acabará con visita al Maninidra.

Otro de esos momentos especiales de la noche en el terrero del Cruce de Arinaga fue su derribo a Sergio Santana casi a toque de pito. "Cogida de corva con pardelera. Supongo que él no lo esperaba pero me salió perfecta".

Francisco Ojeda se fue creciendo en la noche tormentosa. Y, eufórico, dedicó in situ a "Echedey Muñoz, que fue la persona que me animó para volver a la lucha canaria. Y más tarde a mi tío, Angelito Lozano. Creo que también fueron momentos especiales para ellos".

Pardelera en marcha con Yeray Alamo (C. Torres)

Porque Francisco Ojeda está de regreso en la lucha canaria desde hace algo menos de un año. "Tuve que abandonarla durante cuatro años por motivos laborales. Ahora estoy de vuelta, con muchas ganas. Se pierde en este tiempo la forma física, pero las mañas siempre quedan".

Es luchador del Roque Nublo desde segundo año de cadete, tras salir del Unión Arinaga. Su mundo circula por aquellos parajes del Sureste grancanario donde ha hecho rodaje deportivo. "El equipo no pudo completar la noche, porque cedimos el triunfo al Gáldar. Pero que nadie dé por sentado que el Roque Nublo está sin opciones. La competición se puede virar, queda mucho y nosotros no vamos a arrojar la toalla de manera alguna. El otro día teníamos esa ilusión, pero queda mucha temporada y aún por decidir todo".

Sergio Santana, destacado C, cede con Ojeda (C. Torres)

El fin de semana tuvo ingredientes diferentes para el luchador Ojeda, al que sus compañeros apodan Kikín. Felicitaciones y felicitaciones a título individual y una muy especial. "Con Medianito no pude hablar después de la luchada. Salió algo afectado del terrero; es lógico. Era importante ganar. Pero luego recibí en el móvil un mensaje personal suyo, felicitándome por lo que pasó y animándome a seguir apoyando al equipo". Fue un gesto de deportista líder que "me ha llenado mucho. No lo voy a olvidar". Porque a veces los detalles más sencillos suelen ser los más importantes. "Lo voy a dar todo para que el equipo pueda meterse en la final".

El ágil Francisco Ojeda no cambiará su modelo, que se inspira en grandes luchadores de los terreros. "De los puntales admiro a Ricardo Medianito y a Marcos Ledesma. Y entre los luchadores de la media alta a Pepe Alemán y a su hermano Jonay Alemán, a los que conozco bien. Para mí todos ellos son un ejemplo".

Palabra de rebelde.

Bajo estas líneas, Rayco Santiago acaba con el concurso de Francisco Ojeda el pasado fin de semana. Luego, la gran ovación (C. Torres)