
El prestigioso agente del goleador brasileño no ve positiva una cesión fuera de Europa y matiza que su jugador "no se revuelca en un buen sueldo como otros" aunque "si sale lo hará a un equipo del tamaño del Inter"
B.P.
Si la UD Las Palmas quiere hacerse a préstamo con los servicios de Gabriel Barbosa, tendrá que resolver varios obstáculos en el camino. Quizá, la operación Gabigol sea más complicada que la propia de Boateng el pasado verano. Por varias razones: porque el jugador está al alza -fue campeón olímpico el pasado verano- y con el pago de un traspaso en 2016, por el interés reciente de grandes clubes europeos a los que el Inter de Milán ganó en la puja y por la prontitud con la que se han divulgado las negociaciones. Si hay equipos con necesidades ofensivas para el mercado invernal, el delantero brasileño es sin duda una pieza apetecible.
Pero todo pasa por la estrategia que ya sirvió para convencer en los tiempos más cercanos a Lemos, Wakaso o al mismísimo Baoteng. Wagner Ribeiro, el prestigioso agente de jugadores de Brasil, será la persona clave en cualquier decisión final para el mercado de invierno donde él ha anunciado que arribará a Milán para resolver este asunto porque su futbolista "no es feliz en Italia".
En las últimas horas ha vuelto a hablar sobre el tema, que preocupa en el país sudamericano porque ya hay clubes en Brasil que también codician la posibilidad de recuperarle. "La posibilidad de volver a Brasil en 2017 existe también", comentó antes de ofrecer una aclaración muy importante. "Pero sería un paso atrás. Él (Gabigol) es extracomunitario en Europa. Y perdería (si regresa) el tiempo ya ganado en el Inter. Por eso sería más fácil que se quede en otro equipo en Italia". O en cualquier club de la Comunidad, habría que añadir.
Este asuntodebe evaluarse para la operación salida Ribeiro. Y también la UD Las Palmas, que tendría que hacer sus propios cálculos internos pues Mauricio Lemos, Araujo y Mateo García ocupan esas plazas, aunque el ex jugador de Instituto de Córdoba inició hace un año los trámites para el logro de un pasaporte comunitario. Esa puerta de entrada se abriría pero también es giratoria.

No le importa el dinero
Además de ello, Ribeiro volvió a dar otras señas sobre el carácter de su futbolista representado insistentemente en la idea de la infelicidad. "No es feliz, porque quiere jugar", precisó. "El préstamo a otro club no es bueno". Pero el dato más llamativo es que el deseo de actuar en un club supera a los incentivos económicos. "Gabriel no es como muchos jugadores que se revuelcan en un buen sueldo. Él quiere jugar (por encima de todo) y si no lo hace, no es feliz. Quiere ser un ídolo, jugar la Champions. Pero si tiene que salir, será a un equipo del tamaño del Inter de Milán", concluyó.
Con esas premisas, la comisión deportiva de Las Palmas ha iniciado el intento más complejo de esta nueva etapa. Tendrá que convencer al hombre que trajo a Neymar y Robinho a Europa -por cierto, grandes figuras también del Santos de Brasil-. Hacerle ver la proyección que tendría en Las Palmas y, de camino, abrir un espacio porque con el amarillo de la Unión Deportiva no podrá llevar el dorsal 96 interista actual.



