El ex entrenador de la UD Las Palmas, David Vidal, acaba de firmar un nuevo ascenso en su carrera en los banquillos. Lo hizo con el Lorca, donde actúa el grancanario Dani Ojeda. Y en recientes declaraciones que recoge La Opinión descubrió el siguiente episodio:
"Voy a contar una cosa que nadie sabe. Llevo hasta las últimas consecuencias mi profesión. Mi madre se murió a los quince días de llegar a Lorca y no le dije nada a nadie. No fui al entierro por quedarme a defender la camiseta del Lorca, porque me dije 'yo a mi madre ya no le puedo hacer nada, pero no puedo estar cuatro días en A Coruña y dejar solos a mis jugadores'. Hablé con la directiva. El presidente es chino y no se lo dije a él. Se lo conté al que manda en el Lorca. Lo primero es mi madre, pero antepuse mi profesión. Me necesitaban, porque cuando me ficharon tuve que hacer una minipretemporada y analíticas porque los futbolistas estaban pasados de peso. Lo pasé mal. Cuando llegué aquí, pesaba 86 kilos y ahora estoy en 78. Estoy más chupado que la pipa de un indio".