Existen determinados elementos que ayudan a dibujar la orografía urbana de las ciudades. A menudo espacios como monumentos históricos, arquitectónicos o escultóricos configuran el imaginario colectivo. Los estadios de fútbol también se convierten en símbolos, edificaciones que se ganan la estima de los seguidores de este deporte y que, lejos de ser construcciones frías o perennes, consiguen canalizar sentimientos nostálgicos. Uno de estos coliseos futbolísticos es el Estadio de Gran Canaria, un campo que a pesar de que ser de nueva creación se ha convertido ya en icónico.
A pesar de que fue ideado e imaginado en 2003 para ser utilizado como un estadio para múltiples disciplinas o actividades, actualmente el conjunto de la Unión Deportiva Las Palmas lo utiliza casi en monopolio. Su máxima afluencia inicial estaba fijada en 32.000 almas, pero gracias a unas obras realizadas en 2014 la capacidad aumentó hasta los 32.392 actuales. Este dato posibilita que actualmente se encuentre entre los 20 con mayor capacidad de España. También ostenta un récord nacional: el de asistencia a un partido de liga regular de 2ª División B, con un total de 30.210 espectadores. El rival fue el CD Linares.
Antes de trasladarse a su nueva casa, el conjunto canario disputaba sus choques en el Estadio Insular, establecido en el barrio de Ciudad Jardín de Las Palmas de Gran Canaria e inaugurado en 1949, contaba con una capacidad total de 20.000 espectadores. Fernando Delgado fue el arquitecto designado para diseñar la obra y Alfredo Farray fue el encargado de llevarla a cabo. El último partido disputado en el Insular tuvo lugar el 29 de junio de 2003 ante el Elche.
El Insular ofreció muchas tardes de gloria a la afición de la Unión Deportiva, pero las necesidades de un club en crecimiento exigían un recinto a la altura de las expectativas. Y desde entonces el club insular no ha dejado de luchar para alcanzar la excelencia deportiva, con altibajos, pero con la filosofía intacta. Muestra de su crecimiento se ve reflejado en las cuotas de la casa de apuestas BetStars, favorable a la entidad canaria a la hora de afrontar sus compromisos como local.
El estadio de Gran Canaria fue inaugurado el 8 de mayo del año 2003, en un partido que enfrentó al equipo local ante el RSC Anderlecht. El colectivo que conforma la UD se volcó con el equipo, presentando una entrada magnífica. El resultado también fue satisfactorio para sus intereses ya que el cuadro amarillo se impuso por 2 goles a 1. Rubén Castro, futbolista que actualmente milita en las filas del Guizhou Hengfeng Zhicheng FC de la Liga China fue el primer goleador el estadio; su huella se convirtió en eterna. El 6 de septiembre del mismo año la Unión Deportiva Las Palmas disputó su primer partido oficial como local, empatando a 2 ante el CD Leganés.
Uno de los choques más recordados que se ha vivido en este emplazamiento, por no decir el que más, tuvo lugar en el año 2015. La UD se jugaba el ascenso a la máxima categoría del fútbol español, y afrontaba el partido de vuelta ante el Zaragoza en una situación altamente complicada: un 3-1 en contra. El equipo entrenado en aquellos momentos por Paco Herrera creyó ciegamente. El 21 de junio de 2015 Roque Mesa y Araujo asaltaron el cielo insular a cinco minutos para el final, poniendo fin a una etapa de 13 años sin pisar la Primera División Española. La travesía por el desierto daba paso a un oasis futbolístico.
Como curiosidad, el técnico español Luis Aragonés dirigió el primer partido de la selección española en el estadio de Gran Canaria, lo hizo el 18 de agosto de 2004 ante Venezuela. El final de esta historia ya la conocéis todos: el triunfo de la Eurocopa en 2008, un triunfo que anecdóticamente también lleva un sello canario. Por muchos años.