B.P.

Casi un centenar de embarcaciones de navegantes en solitario zarparon este miércoles rumbo a La Martinica, desde la bahía de Las Palmas de Gran Canaria. Las naves pusieron de inmediato rumbo Sur, bordeando Gran Canaria para dirigirse primero a Cabo Verde y completar después las casi 3.000 millas náuticas de la segunda etapa de la Minitransat, regate que partió desde La Rochelle (Francia) y que hizo parada en la capital grancanaria.

Los favoritos tomaron iniciativas desde el inicio. La Sideral, de Andre Fornaro, dejaba la primera estela a la altura de Gando, seguido muy de cerca por los aspirantes en las distintas divisiones, entre ellos el primer regatista que llegó a la isla española, Lipinski, a bordo de Friffon.fr.

La gran autopista azul hacia América les espera en las próximas semanas.