Y ganar al Barcelona en su feudo, con una exhibición así, merecía una imagen para inmortalizar en lo más profundo del Palau Blaugrana. La plantilla del Gran Canaria posó así en los vestuarios, celebrando una victoria de calidad, que pocas veces suele ocurrir. Báez y Seeley, brazos cruzados, y el resto en plena euforia. Merecía la pena
Como pocas veces
17/12/2017
Comparte el artículo si te ha gustado