De aquellos encuentros de los años setenta, el Sevilla -rival de la UD este fin de semana- gozaba de un jugador singular en sus filas. Héctor Scotta, el argentino más temido por las defensas. No por su peligrosidad sino por la potencia fuera de lo común de su golpeo al balón. El scottazo cada fin de semana, entre 1976 a 1980, era la señal en ataque de aquel conjunto hispalense. Las Palmas fue el equipo al que más veces se midió en España, con tres goles de su sello. En la imagen, un lanzamiento de falta de Scotta. El rostro de los defensores del Espanyol en la barrera explica el resto.
El célebre scottazo
15/02/2018
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