Manuel Borrego

El CD Tenerife se llevó de Maspalomas la Copa Mahou. El esperado derbi decepcionó en líneas generales. Apenas dos semanas de entrenamientos y los equipos canarios de la Segunda División mostraron muchas carencias, especialmente en ataque donde el gol fue el gran ausente de la veraniega noche de Maspalomas.

La resolución del torneo a partido único se produjo desde el punto de penalti. Los cinco ejecutores blanquiazules fueron certeros, con precisión ante un abatido Raúl Lizoain. Fidel, en cambio, malogró su disparo y facilitó que la Copa viajara de nuevo hasta Santa Cruz.

Las Palmas no tuvo aproximación alguna de relieve en el primer tiempo, mostrando entonces sus minutos menos relevantes en la noche sureña. Manolo Jiménez había diseñado un bloque con muchos centrocampistas y colocó a Araujo alejado de los centrales blanquiazules, sin referencia más lejana entre los amarillos. La intención de crear un falso nueve en la UD no cambió la idea de Etxeberría: un bloque escalonado y con ganas de presionar entre sus componentes dificultó las maniobras de los grancanarios, que durante esa fase del encuentro hizo circular el balón pero sin profundidad. Ni siquiera en las bandas aparecían soluciones, como en partidos amistosos de la pasada semana.

Las Palmas tropezaba ante un rival que, sin embargo, se estiró escasamente para crear las únicas sensaciones de peligro en la primera parte. El Tenerife tenía asumido su papel de equipo visitante; aguardaba pacientemente y trataba de salir con velocidad en dirección a la finca de Nauzet Pérez. Logró disparar en dos ocasiones, pero el gol, con tan poco, no estaba aún invitado en el derbi.

Lo único que descubría este sábado que era un Las Palmas-Tenerife eran las ganas. En los balones divididos las piernas iban fuerte, los agarrones eran como los de la Liga y el deseo corría más que las piernas o las ideas.

La entrada de Rubén Castro en la segunda parte cambió el diseño del ataque amarillo y se convirtió en un aliciente para el propio partido. El isletero intentó una y otra vez encontrar sociedades en el juego final amarillo. Y en sus botas llegaron las oportunidades, pocas, pero reales que Las Palmas logró confeccionar con un fútbol más vertical. Fidel proporcionó en la ala derecha algunos desbordes y mientras estuvo en el campo, Araujo y Tana se esforzaban en dar el penúltimo y último pase ante un rival que no rompía su hielo en la contención.

Pero el gol no llegó y, con la ruleta de los cambios, el partido decayó hasta cobrar la emoción en la tanda de penalties. Quizá esta vez la única vía para escuchar la palabra gol en el derbi.

Alineaciones:

UD Las Palmas: Nauzet Pérez, Álvaro Lemos, David García, Juan Cala, Dani, Javi, Josemi, Vicente Gómez, Momo, Tana y Araujo

También jugaron en la segunda parte Raúl Lizoain (p), Simón, Bigas, Rubén Castro, Fabio, Erik Expósito, Benito, Alex Suárez y Borja Herrera

CD Tenerife: Dani Hernández, Luis Pérez, Carlos Ruiz, Aveldaño, Nahuel, Alberto, Milla, Montañés, Juan Villar, Acosta y Malbasic

También actuaron en la segunda parte Suso, Undabarrena, Joao, Jorge, Raúl Cámara, Borja y Juan Carlos

Goles. No hubo.
Tanda de penalties. 0-1, Milla. 0-1, lanza Fidel y rechaza Dani Hernández. 0-2, Carlos Ruiz. 1-2, Borja Herrera. 1-3, Juan Carlos. 2-3, Benito Ramírez. 2-4, Joao. 3-4, Erik Expósito y 3-5, Suso.

Arbitro: Juan Luis Pulido Santana (Las Palmas), auxiliado por Yeray Carreño y Saúl Ortiz. Tarjetas amarillas a Josemi (Las Palmas), Alberto (Tenerife).

Pormenores. Partido final única de la Copa Mahou 2018, disputado en el Estadio de Maspalomas ante unos cuatro mil espectadores. El capitán del Tenerife, Carlos Ruiz, recogió el trofeo de vencedor tras la tanda de penalties.

Seguirá bloque de fotos: C. Torres