El juvenil del Roque Nublo, Ruymán Monzón, aguantó en casa inmovilizado con un tobillo roto, sin quejarse, hasta que pasó el lunes por el quirófano
Manuel Borrego
Ruymán Monzón Pérez cumplirá la mayoría de edad en la próxima víspera del Día de Reyes. Desde hace tres temporadas, este gigantón deportista del Cruce de Arinaga (1,96) empezó a agarrar pantalón en el Roque Nublo. Primero con Fernando Ramírez y ahora con Pepe Medina en la instrucción. Y el pasado fin de semana vivió un momento amargo, por ahora el más complicado "que algún día contaré como anécdota".
La mala fortuna en su luchada con el bregador del Estrella, Efraín Guedes, hizo que acabara la noche en el hospital por una fractura doble del tobillo derecho. Y en ese episodio Ruymán mostró que los luchadores son de otra madera. Más de 48 horas después del incidente, sin expresar en público una queja de dolor, pasó por el quirófano para la recomposición de su articulación. "Fui a urgencias y, de ahí, me enviaron a casa porque no me podían operar en ese momento del viernes por la noche. Me inmovilizaron el pie derecho y esperé al lunes. La verdad la digo: no sentía dolor alguno. Ni siquiera calmantes ...".
Y tras la espera, los trámites finales para la gestión de la operación y ya desde este miércoles en su hogar del Cruce de Arinaga. "El médico que me operó en la Clínica San Roque dijo que no había visto un tobillo tan poco hinchado como el mío pese a la lesión sufrida. Se fracturó por los dos lados, además de los ligamentos lógicamente".
La labor inicial del traumatólogo ya se ha terminado. Ruymán tendrá a partir de ahora tres meses para recuperarse en la primera fase, con la extracción añadida de un tornillo que fue aplicado para ayudar a la recomposición ósea.
El mundo de la lucha canaria está con él. Una de las llamadas que ha recibido es la de Ricardo Rodríguez Medianito IV, con el que coincidió cuando el puntal palmero lucía el escudo del Roque Nublo. "Me dio ánimos. Me dijo a que su propio hermano le había ocurrido una lesión así. Y que pudo seguir luchando después de la recuperación".
El momento es duro para Ruymán. Ahora su cabeza está llena de interrogantes. "Lo primero es recuperarme lo mejor posible. Ya cuando esté del todo bien decidiré si sigo en la lucha canaria aunque las ganas no son ahora las mismas".
Porque, la coincidencia de la vida, es la segunda incidencia que ha tenido en agarradas frente al Estrella. "En mi primer año tuve una lesión en la rodilla izquierda, precisamente luchando contra el Estrella en el tatami de Sardina del Sur. Ya lo hemos comentado en casa ..."
Ruymán (1 de enero de 2001) estudia segundo de Bachillerato en la Escuela de Arte. Es una ‘ruina' para sus padres, porque con esa estatura y 114 kilógramos de peso, ese cuerpo vale una fortuna. Pepe Medina, su mandador, comprende el infortunio pero ha prometido que se va a esforzar en animarle para que vuelva a pisar la arena. Tiene esperanzas en la saga Monzón, porque también el pequeño Adrián (12) viene en camino con deseos de aprender las mañas. "El tiempo dirá".