Manuel Borrego

El puntal B del Unión Agüimes, Ricardo Rodríguez Medianito IV, cuenta las horas para que llegue la noche del viernes. Acudirá con su equipo a Vecindario para disputar su tercera final de la Liga insular de Gran Canaria. Las dos anteriores las ha ganado: con el Playa Honda y con el Unión Sardina. Pero esta de 2019, que debió ser en 2018, tiene algo especial para él.

"Y no sólo para mí. Todo este lío que se ha montado de manera innecesaria ha hecho que ahora la plantilla, directivos, técnicos y aficionados del Agüimes estemos más unidos que nunca. Este lío nos ha llenado de energía para la final. La podemos ganar o podemos perder", admite el luchador palmero, pero "garantizo que el equipo se va a dejar la piel".

Medianito fue protagonista involuntario de un innecesario affaire en la lucha canaria que ha demorado 98 días la final de la Liga insular de Gran Canaria. Innecesario porque los argumentos contundentes del Comité Canario de Disciplina Deportiva desmontaron los que utilizaba la Federación Regional de Lucha Canaria para sancionar al bregador del Agüimes por no acudir a un torneo bisoño en el que se exhibía lucha canaria entre isleños, representantes leoneses y un combinado venido de Corea del Sur. El CCDD llegó a mencionar en su fallo a la Constitución Española como recomendación al órgano sancionador en el intento de aclarar aspectos de aquel enjuiciamiento.

El Agüimes es una piña

Pero todo ello ya ha quedado atrás. "Reconozco que me ha perturbado. He vivido en estos meses momentos de altibajos personales, porque me preguntaba si valía la pena todo el esfuerzo realizado por la lucha canaria. Siempre he estado dispuesto a participar. Quiero ser un deportista que sea ejemplo para los chicos que están aprendiendo. Y no entendía por qué mi deporte me hacía ésto. Sin embargo", añade, "también es cierto que me he sentido arropado por todo mi equipo, por el esfuerzo de la directiva y con el asesoramiento de Aridane González. Ese apoyo ha sido importante y nos ha hecho más fuerte como equipo".

"Quiero ganar esta final. He vivido otras, pero ahora hay algo especial", precisa Ricardo Rodríguez. "Van a venir mis familiares de La Palma a verme, mucha gente de mi isla me manda mensajes de ánimo constantemente. Cuando hablo con mis compañeros también los veo motivados. Todos van a salir al máximo desde la primera silla a la arena a la última. Sabemos que el Estrella tiene un gran equipo y que ha demostrado muchas cosas esta temporada. Ellos también están motivados. No sé el resultado, no soy adivino. Pero sí puedo advertir que se verá un gran espectáculo de lucha canaria".

Sabe también Ricardo que su cruce con Alvaro Déniz será fundamental en el encuentro. Está impresionado por lo realizado el pasado lunes por su principal oponente, que capturó en su embarcación un atún rojo de 386 kilos de peso. "Eso está para pocas personas. Alvaro es un gran atleta y un sensacional persona. Es fuerte y ágil en la arena. Cuando he luchado con él el reparto de los triunfos ha sido parejo. Él me ha dado las dos agarradas y yo también. ¿Qué pasará?. No lo sé. Pero puedo asegurar a los aficionados que no iremos a la separada porque los dos somos luchadores que nos atrevemos en la arena".

Lesión olvidada

Precisamente uno de los contratiempos de Medianito fue la lesión de tobillo que sufrió en diciembre. "Sí, estoy recuperado. En las dos últimas semanas me he notado muy bien en los entrenamientos. Pero la luchada no pasa sólo por Medianito. Ya digo que mis compañeros están muy motivados. Todos nos vamos a ayudar mucho. Esta final posee algo especial, pese a que ahora hay menos equipos en la isla que cuando llegué. Gané con el Sardina precisamente en Agüimes, entonces había ocho o nueve equipos. Mi experiencia me dice que a estos encuentros hay que dar el ciento por ciento y no reservar nada".

Medianito no espera ver en el terrero de Vecindario al presidente de la Federación Regional de Lucha Canaria, Juan Ramón Marcelino. "Es lógico que no acuda al terrero. Ha dicho en declaraciones que su teléfono está todo el día a disposición de la gente de la lucha, de los luchadores, para lo que necesitemos. Desde que pasó este caso le he telefoneado ocho o nueve veces, le he dejado mensajes y nunca hubo una respuesta. Esperaba por lo menos que me cogiera el teléfono para preguntarme cómo estaba o simplemente intercambiar impresiones. Pero sólo he encontrado su silencio".

Lo que quería decir Medianito a Marcelino es que "me dolió mucho que cuestionara mi honorabilidad como deportista (declaraciones a la TVAC). Ha dudado de mi lesión y de mis argumentos para no ir al Centro Insular de Deportes. Menos mal que se hizo justicia en los despachos".

Y el viernes, sentencia en la arena.