La previa

La UD ante un reto que espera desde 2016
04/10/2019

Manuel Borrego


Habría que viajar hasta febrero y marzo de 2016, en la etapa de reacción con Quique Setién, para encontrar dos fases de tres victorias en la Liga firmadas por la UD Las Palmas. Llovió mucho desde el entonces; pero esa posibilidad se brinda este sábado en Galicia, después de los espléndidos triunfos sobre Albacete y Ponferradina.


Enganchar esa trilogía triunfadora es uno de los retos del día para los amarillos, en un escenario donde ha sufrido cuatro tormentos consecutivos en Segunda División A.


El partido ante el CD Lugo tiene muchos incentivos pero ninguno van más allá de confirmar con puntos la nueva vida en la competición del equipo de Pepe Mel, con la intención de mantener la cosecha que daría paso a la permanencia.


El técnico fue muy claro en la víspera, sin dejarse llevar por la euforia viajera del entorno. Reflexiona desde la cordura y se intenta vestir de coherencia para encarar un encuentro que tiene matices propios en el bando lucense.


Porque se entrevé también nerviosismo en el conjunto lucense, capaz de lo mejor o peor en el campeonato. Las Palmas ha sufrido en aquella instalación severos correctivos, pero ahora el viento que empuja el equipo es poco.


Y aunque el entrenador salió de la isla con la idea de hacer rotaciones en dos partidos distantes en espacio menor de tres días naturales, lo cierto es que no se aprecian motivos para deshacer el bloque que ya ganó a manchegos y bercianos.


La aparición de Narváez en la posición más avanzada puede ser el supuesto más claro, como así también la devolución de protagonismo a Mauricio Lemos. "Jugará si está bien" advirtió el entrenador.


Todo lo demás, como dicen en Galicia, mejor no tocarlo.

 

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