Manuel Borrego

La UD Las Palmas ha pasado página de su última derrota tras una semana que se ha hecho muy larga, porque el siguiente encuentro se disputa nueve días después del de Cádiz. La no conformidad con aquél resultado hace peor el camino hasta la siguiente cita del calendario.

Pero aquellas heridas se podrían cicatrizar si el conjunto de Pepe Mel vuelve a ofrecer el fútbol y las sensaciones exhibidos cuando pasó por el Gran Canaria el Deportivo de La Coruña, que es hasta ahora su más completa actuación.

Será también la segunda oportunidad consecutiva en que los amarillos actúen sin Pedri González, ya en Brasil con la Rojita sub17 enrolado en el Mundial juvenil. Pepe Mel no ha podido ocultar la añoranza con el joven tinerfeño, pero a la vez ha pedido a sus jugadores celeridad en las circulaciones de balón y en la intención de acudir al área rival. Y ese es un asunto a resolver con las piezas disponibles.

Para el once ante el bien conjuntado Fuenlabrada, Las Palmas tiene algunas incógnitas. La solución al lesionado Mantovani parece pasar por Mauricio Lemos. Eso es al menos lo que ya ha ocurrido con anterioridad. Y en el centro del campo, el triángulo Fabio-De Galarreta-Viera parece inamovible, al igual que la presencia del nuevo ariete Peckart.

Es posiblemente las dos bandas lo que podría hacer variar al entrenador, contando ya con soluciones más dinámicas que la de pasadas jornadas. Y con la siempre interesante aportación del polivalente Maikel Mesa, "que necesita minutos", dijo el propio técnico.

Enfrente, un adversario con mucho aroma a solidaridad y combate. Será la quinta presencia del Fuenlabrada ante Las Palmas, primera como equipo de la Segunda División A. Su única promesa es que para los amarillos no será un domingo fácil el día en que puede dar otro brinco hacia zonas de candidaturas.