M.B.

A veces la memoria deportiva tiene muy pocos días de distancia. Y eso ocurrirá este domingo cuando el Real Oviedo visite el Estadio de Gran Canaria.

Porque su entrenador, Javi Rozada, estuvo durante este mismo ejercicio en Gran Canaria dirigiendo al filial asturiano en uno de los partidos polémicos, con un extraño final en el que él fue protagonista.

El Oviedo B vencía el pasado 8 de septiembre 1-2 a Las Palmas Atlético en su visita a la isla, en encuentro de Liga de Segunda B. Se adelantaba el filial grancanario con un gol del central David Camacho y empataban los ovetenses en la segunda parte a través de Obeng.

Pero se produjeron los ‘fenómenos paranormales' que a veces rodean al filial amarillo y hubo actitudes en el banquillo visitante que generaron malestar. De una parte, el colegiado andaluz Orellana Cid anula en el minuto 92 un gol a Rober al estimar que el balón centrado por Jesús Fortes había rebasado completamente la línea de fondo. Las imágenes del partido no ratifican, antes al contrario, la decisión del árbitro y sí la mala colocación de su asistente.

Pero esa misma jugada acaba en el área isleña con un penalti que supone el 1-2 logrado por Alarcón. De la victoria canaria a la asturiana.

Y entonces, Rozada se dirigió al palco del Anexo tras la celebración del tanto. Y cuentan que allí no entendieron su actitud, más tarde reprochada por su compañero de banquillo Juan Manuel Rodríguez. En los asientos de aquella zona estaban Pepe Mel, además de sus asistentes técnicos, Rocco Maiorino, Toni Otero y Tonono Rodríguez. Quienes vieron lo sucedido, no comprendieron la reacción del entrenador visitante una vez se produjo el empate y la 'remontada' en el tanteador.

El tiempo, apenas dos meses después, vuelve a colocar a Javier Rozada frente a la UD Las Palmas. Porque el técnico del filial asturiano relevó el 18 de septiembre a Sergio Egea en el banquillo. Y ahora, con esa extraña relación que dejó con la UD Las Palmas, se cruza otra vez en el camino.