Ya había pasado todo. Y Héctor Ramírez fue a la sala de prensa para escuchar a su entrenador, Chus Trujillo, en las valoraciones tras las victoria copera frente al Almería. La dedicatoria de aquél al presidente provocó que éste no pudiera controlar sus emociones. Le ha tocado vivir una semana muy intensa, que empezó torcida con el fallo del Comité de Competición. Pero el balón es capaz de arreglarlo todo.