Así fue. Acababa de montarse el lío en el Juan Guedes. Asdrúbal, en la prórroga, marcaba el 3-2 que podía dejar ko al Almería. Pero por el camino se quitó la camiseta y se fue a un lateral de la grada para celebrarlo. Sus compañeros se percataron de que aquella acción podría significar la segunda tarjeta amarilla. Y le fabricaron un biombo, para que el ariete grancanario pudiera ponerse de nuevo la prenda. Ale y Aythami miran de reojo ... pero no: El colegiado Ortiz Arias se percató de todo y apareció la segunda cartulina. Aunque en realidad nunca se sabrá se esta medida hizo que el equipo isleño se volcara con toda sus energías en proteger lo ya conquistado. Que se quedó en casa.