B. Pérez

Pepe Mel ha abierto la puerta de nuevo al eterno goleador. Rubén Castro asoma como posible novedad en la convocatoria para el viaje a Cantabria, donde este domingo Las Palmas visita al Racing de Santander.

Y las curiosidades de la campaña hacen que Rubén pueda reincorporarse a la competición 141 días del último canto de gol propio. Que fue precisamente frente al propio Racing de Santander, una vuelta completa de calendario. Aquella tarde del 3-3 en el Gran Canaria, Castro anotó dos tantos de los amarillos.

Ya estaba en pleno calvario de una lesión que ha proporcionado su más amplio paréntesis inactivo desde que es jugador profesional de la UD Las Palmas, en dos etapas.

Rubén todavía no tiene el ritmo de competición y está tierno el alta médica que ha recibido. Pero las circunstancias tan apremiantes, después de la patada al rostro que recibió Juanjo Narváez, acelera el proceso de su regreso.

Además, otra singularidad de esta hipotética vuelta es que el Racing es uno de los escudos que Rubén Castro defendió en materia de préstamo por el Deportivo de La Coruña. Fue la segunda cesión, en 2006-07, en la que apenas se contó con él disputando sólo un encuentro antes de salir ese mismo año con destino a Tarragona. Momo le acompañó entonces en El Sardinero.

Rubén, apenas cinco encuentros esta temporada, suma tres goles pero su estela se perdió después de la quinta fecha contra el Almería.

Los problemas de la UD son evidentes. Y más en ataque donde se han producido la mayoría de las lesiones de larga distancia.

Su reaparición será un alivio, pero también habrá que armarse de paciencia. Virtud de cazadores.