B. Pérez

Un cuarto de siglo es la distancia entre ambos como jugadores de la UD Las Palmas. Los miembros del grupo de Tinta Amarilla optaron por la elección de Quique Wolff,mayor número de votos, y Alvaro Maiorcomo pareja de centrales en el mejor once histórico extranjero de la UD Las Palmas. Añaden sus nombres a Carnevali (portero), Baiano y Jarni(laterales diestro y zurdo respectivamente).

Quique Wolff, en realidad, no llegó a la UD Las Palmas con condición de zaguero. El ex jugador de River Plate distribuía fútbol en el centro del campo en esa campaña 1974-75 inicial en España para él. Pero el fallecimiento de Tonono Afonso y la llegada al banquillo de Heriberto Herrera cambiaron su rol en el equipo. Con tanta calidad y sabiduría futbolística, a Wolff no le fue difícil convertirse en uno de los mejores centrales de la Primera División española. Y el Real Madrid, necesitado entonces en sus filas, cubrió su traspaso en 1977.

Wolff fue un zaguero delicatessen; fino, técnico, intuitivo y generoso para contribuir en ataque. Su reconversión aplacó el duro impacto de la pérdida deportiva del gran capitán amarillo.

Alvaro Maior, por su parte, llegó al equipo procedente del Sao Paulo, su club original. Había pasado por varios conjuntos de Brasil, entre ellos el Atlético Mineiro; y por los Juegos Olímpicos de Sydney, donde coincidió con Dermival Baiano en el equipo titular de Wanderlei Luxemburgo.

De inmediato mostró su potencial en todas las facetas del juego, especialmente en el aéreo. Formó excelente pareja con el zurdo argentino Gabriel Schurrer, el tercero en discordia en la elección propuesta por esta web.