JUEVES, 2 DE ABRIL. Brasil reacciona ante la pandemia. Y algunos de sus estadios se convierten en hospitales. En Río, el mismo Maracará. En Sao Paulo, los estadios Pacaembú y Mané Garrincha.
El ministro de Salud, Luis Mandetta, ha sido el hombre del gobierno que con más claridad ha afrontado el grave problema del coronavirus, declarándolo como "una espiral ascendente" pese a que el presidente Bolsonaro ha tratado de minimizar sus efectos.
Las autoridades de algunas de las principales poblaciones de Brasil han pronosticado que antes de final de mes de abril, el sistema sanitario estará colapsado.