B. Pérez

Si todo transita como está planeado, dentro de un mes la UD Las Palmas estará realizando ya los preparativos del que será su primer partido estado de alarma.

El fútbol profesional, al menos, camina hacia la puerta de su nueva normalidad, que pasará por un rigor de higiene y de salud distinto al que se conocía antes de marzo de 2020. Y también a un fútbol de momento con telespectadores, que no espectadores de gradas.

Y este tiempo entre paréntesis ha dado paso a que algunos de los plazos que estaban previstos en el club se cubrieran sin novedad en el frente. Uno de ellos es la recuperación plena del que había sido portero titular del equipo hasta el 14 de abril de 2019: Raúl Fernández.

Ya tenía desde el 17 de febrero pasado el alta médica, que no la deportiva. Pero el parón del calendario va a convertir que Pepe Mel tenga que observar desde la nueva pretemporada cómo están evolucionando sus tres porteros. O, mejor, cuál es el momento de cada uno de ellos. Porque Josep Martínez, que inició la campaña en la fotografía titular, y Alvaro Valles, que la continuó en las siguientes 18 fechas, también están en un ‘volver a empezar'. Y en la parrilla de salida todos parten empezando por la sana competencia.

No será el único dilema para el entrenador en la preparación del primer día, en teoría ante el Girona y en el Estadio de Gran Canaria. Pero la del portero es quizá la papa caliente con menos margen de error porque los tres han mostrado cualidades y credenciales para confiar en sus servicios.

Así será la vuelta a los entrenamientos, con una pregunta que lógicamente caerá en la almohada del entrenador amarillo. Mel, sin embargo, ya reflexionó sobre cómo será el mañana. "Voy a hacer como el Cholo; pero en vez de partido a partido será entrenamiento a entrenamiento. No sabemos qué nos depara el futuro", pronosticó.