B. Pérez

Hace un año, al llegar a la cadena filial de la UD Las Palmas, Claudio Mendes señalaba a los lectores de Tinta Amarilla el estadio de Gran Canaria: "Algún día debutaré allí", dijo.

Por supuesto, en su cabeza no estaba todos los sucesos de la temporada, especialmente los relacionados con la pandemia.

Claudio sí ha jugado este año en Tercera y en Segunda B; en Las Palmas Atlético (42 minutos en tres partidos) con menos participación que en el Vitamina C del club amarillo. Es decir, tres categorías en una misma temporada.

El extremo lanzaroteño, cuyos padres son originarios de Guinea Bissau, ha debutado con 19 años y 188 días. No es el más joven amarillo profesional de procedencia conejera porque le arrebatan ese mérito Sito Navarro (debutante con 18 años y 10 meses) y el legendario portero Antonio Betancort (19 años y 2 meses).

Quedan diez partidos para saber si Claudio aprovecha esta oportunidad que el final de la extraña Liga le ha brindado. Es el lanzaroteño que recoge el testigo después de que Gustavo García (en 2008) fuera el último testigo de la Isla de Los Volcanes.

Sus largas piernas prometen mucho de qué hablar.