La previa

Si Rubén bosteza, mala señal
16/06/2020

Manuel Borrego

 

Las Palmas continúa este miércoles su trayectoria en el alambre con el tránsito por el estadio de Los Juegos del Mediterráneo. Tantas jornadas sin volver a ganar (12) merman la autoestima y crecen las urgencias. Y la primera salida post pandemia lleva a los amarillos a jugar ante uno de los rivales ahora más en forma del campeonato: la UD Almería. Al menos, de salida.


Si el equipo de Pepe Mel quiere seguir ajeno a la inquietud necesita puntuar en un campo que ha ganado prestigio tras la última jornada. Porque la propuesta del Almería va en serio y aún más tras recortar distancia con el Cádiz y Zaragoza, acrecentando así su valoración como tercer en discordia. "La llave de nuestro ascenso directo está en los puntos de casa", insistió este martes el técnico local, Guti.


Ese es el mensaje del equipo andaluz, que pretende la recepción de los amarillos con una ofensiva. Su entrenador fue claro: asfixiar lo que definió un fútbol lento y generar desde el inicio ocasiones ante la portería de Josep. El peor síntoma que ratifica la afirmación del Guti son los bostezos de Rubén. Si ello ocurre, hay mucho que arreglar.


A Las Palmas no le fue fácil el regreso a la Liga el pasado sábado. Mostró dos caras: una llena de precauciones en las que desapareció Pedride sus maniobras de ataque y otra, en la segunda parte, donde la presencia de Fede Varela abrió la mente a sus compañeros. En ambas etapas, sin embargo, el equipo amarillo fue un rival sin aristas.


Para puntuar o ganar en Almería uno de los primeros síntomas que ha de resolver Pepe Mel es que el delantero Rubén Castro no caiga en aburrimiento. El ariete de La Isleta es, sin duda, el termómetro del juego amarillo. Si no se le ve en el campo, si no contacta con el balón en el área, si los compañeros no le buscan o si el balón transita por su zona de manera indómita ... todo ello se traduce en un ataque canario sin convicción.


Después de ese primer día, Las Palmas tiene que sacudirse todo ese plomo que ralentiza su juego -como observa el propio José María Gutiérrez-, pero no debe desprenderse del grado de seguridad que sí mostró a nivel defensivo frente a un poderoso rival como el Girona.


Quizá por ello, el entrenador amarillo se incline por darle continuidad en Almería a lo que bien funcionó en la segunda parte frente al Girona. Además, sus cambios el pasado sábado fueron acertados permitiendo al equipo ir de menos a más en el partido.


Porque el factor campo, como dice Guti, es ahora irrelevante. Sin público en las gradas, la señora Sorpresa es la que tiene todas las llaves.

 

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