M.B.
Si el Instituto Insular de Deportes contratara una póliza para asegurar el físico de los usuarios del Anexo a Gran Canaria, arruinaría a la otra parte contratante.
Porque el césped del campo auxiliar de Siete Palmas, con sus características actuales de extrema dureza e irregularidades, sigue sumando ingresos en las enfermerías de los clubes que por allí transitan.
Manu Alemán, el zurdo centrocampista de Las Palmas Atlético, es de momento su última víctima. Este pasado viernes, en los preparativos finales del partido frente al Marbella, un resbalón fue suficiente para que en la caída sufriera un fuerte impacto con el piso y una luxación de hombro izquierdo. No sería noticia si no fuera por la reincidencia.
Apenas hace un mes, el delantero del Gran Tarajal, Caliche, padeció la misma lesión en el mismo escenario. "Estoy convencido de que si me hubiese caído en el campo del Gran Tarajal o en otros recintos, me habría levantado y sin más. No comprendo cómo pueden jugar allí los equipos de Las Palmas. Ese campo es muy duro, castiga al jugador", comentaba el futbolista majorero a los lectores de Tinta Amarilla. "Incluso a nivel de juego creo que puede perjudicar a los equipos de la Unión Deportiva", añadió. Ese mismo comentario lo han expresado incluso técnicos y jugadores rivales que visitaron la instalación. El último de ellos, el entrenador Salva Ballesta, del Algeciras.
Ligamentos de rodillas, tobillos, contusiones múltiples, sobrecarga en distintas zonas del tren inferior de muchos futbolistas, ... El actual Anexo es una ruina para los técnicos y sus jugadores. "Nunca me quejé de nada, ni tuve lesiones importantes. Pero desde que llegué a Las Palmas Atlético y entrenamos en este campo, cuando no es una cosa es otra. Estamos siempre en alerta, todos los días", confesaba fuera de micrófono uno de los recientes fichajes del filial amarillo.
El Anexo perdió sus propiedades desde hace bastantes temporadas. La fibra de coco original ya no existe, por deterioro, siendo sustituida en 2016 por trazas de caucho. Sin embargo, un exceso en la distribución obligó a que tuvieran que retirarse hasta 17 toneladas de este material. Porque no amortiguaba, sino que había convertido en una ‘piscina de caucho' aquella instalación.
Pero el problema se ha prolongado en el tiempo, con diversas propuestas para reorganizar aquella zona. En el verano de 2018 el IID aprobó el cambio de la superficie sintética por una nueva de última generación. La ejecución del proyecto tendría un coste de 500.000 euros; pero de momento las obras no han comenzado y la Liga avanza.
Y siguen los lesionados; los de mayor importancia y los que menos. Alemán, autor del primer gol de esta Liga con el filial amarillo, tiene una previsión de tres semanas para recuperarse de esta incidencia. Volverá a jugar en 2021. Y si nadie lo remedia, el denostado césped seguirá allí.
