M.B.

Los equipos de los subgrupos orientales canarios de Tercera y División de Honor juvenil se preparan para la previsible paralización de sus torneos. La declaración del nivel 3 en Gran Canaria y Lanzarote conllevará, de manera proporcional a lo ocurrido en Tenerife, que los calendarios de fútbol que estaban vigentes este fin de semana se congelen.

La normativa general, que impide la práctica deportiva que no sea individual y al aire libre (con dos metros de distancia social al menos), conlleva al cierre de las instalaciones donde se entrenan los clubes. Los distintos municipios implicados aplicarán el cierre de sus instalaciones y, con ello, la paralización de los balones.

Este es un nuevo contratiempo muy temido y que ya se venía realizando en el fútbol tinerfeño. Desde el 6 de diciembre los equipos de Tercera (y escalones inferiores) están allí con los brazos cruzados, tras ordenarse la paralización de las competiciones. Se espera que en unos días vuelvan a entrenarse con la necesidad de hacer una segunda mini pretemporada antes de volver a competir.

Y comprobando las barbas del vecino ... eso es lo que espera al fútbol grancanario (salvo la UD Las Palmas y los dos representantes de Segunda B).

Además, se da la circunstancia de que la primera vuelta de la Tercera División no llegó a jugarse por precaución. En aquel primer fin de semana de enero el problema era Filomena.

Habrá trabajo en los despachos federativos porque el frenazo competitivo conllevaría también la reorganización de los calendarios. Al menos en cuanto a las fechas previstas.