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El joven zaguero lanzaroteño jugó en las dos últimas temporadas en tres categorías, Copa del Rey, estuvo ingresado en UCI por malaria, se fracturó las muñecas contra un muro ... y sonríe al futuro<br/><br/>
Manuel Borrego
En apenas dos temporadas desde que ha vuelto a ser amarillo, Saúl Coco(9 de febrero de 1999, Arrecife de Lanzarote) ha vivido un viaje cargado de trepidantes episodios personales. Llegó a la UD Las Palmas para reforzar a la zaga del Vitamina C, jugando en Tercera, pero también en Segunda B, sufrió malaria, se golpeó contra un muro en Tacoronte, debutó en la Copa y luego en la Liga Profesional.
Incluso en la adversidad, Coco saca a pasear su sonrisa porque se toma con filosofía cada página de su biografía personal. "He aprendido mucho en este tiempo". Ahora está haciendo los preparativos para viajar a Guinea Ecuatorial y volver a enfundarse allí la camiseta de la selección nacional absoluta.
O. Marítima, el amarillo de la UD y el RCD Espanyol fueron sus tres pasos formativos hasta el regreso a Gran Canaria en el verano de 2019. Confía en seguir en los apuntes de Pepe Mel, mientras vive también con intensidad las posibilidades de salvación de Las Palmas Atlético. De su equipo valora "la capacidad de levantarse por más golpes que recibe".
2020 fue un año de mucho Saúl Coco en titulares de prensa. Se ríe cuando ahora recuerda como anécdota el impacto contra el muro del campo del Barranco de Las Lajas, en Tacoronte. Pero no cuando recuerda su ingreso en UCI por malaria. "Lo pasé peor, también mi familia".
Y augura un futuro de esplendor para la cantera de su Lanzarote natal donde "hay técnicos que están trabajando muy bien".
Un año de mucho aprendizaje
"Valoro mucho lo que está ocurriendo esta temporada. Es verdad, mucho banquillo, pero me ha tocado la suerte de que contaran conmigo en el primer equipo. Y aprender entre los profesionales, entre futbolistas que ya viven del fútbol a nivel profesional. Quiero aprender de todos y esto que me ha tocado vivir es un disfrute de la experiencia"
Ilusionante final de temporada
"Mis dos años en Las Palmas (sonríe) han sido cuando menos curioso. Y las he vivido intensamente. Ahora estamos en el final de la campaña. Estoy preparándolo con muchas ganas. Estamos ahora con el filial, en la segunda fase de permanencia. Y también con la ilusión de volver a la selección (Guinea Ecuatorial) para la fase de clasificación de la Copa de Africa. Estamos con posibilidades de conseguirla. No quito la vista al tramo final del primer equipo. Porque todo lo que sea ayudar a mis equipos es mi cometido"
Una mirada a Guinea Ecuatorial
"En otras convocatorias fui como medio centro de la selección. No dejo de lado la posibilidad de ser un jugador polifacético, en función de las necesidades de mi equipo. Cuantas más funciones sepas cubrir puedo dar más soluciones al entrenador (...) El nivel de Guinea Ecuatorial actual es el de un proyecto nuevo, con jugadores muy jóvenes. Yo puedo ser un ejemplo de ello. No hay tantos jugadores contrastados en la élite ya, sino muchos futbolistas emergentes en el fútbol profesional. Es una selección con hambre, con juventud. Pero también tiene la mezcla de algunos con más experiencia. Esa combinación nos está dando resultados"
"Pedro Obiang sigue con nosotros. Es uno de los capitanes del equipo nacional, junto Nsue y Akapo. Pero también han salido nuevos jugadores, hay un cambio general del que están contentos porque salen las cosas bien"
Un honor la internacionalidad
"Para mí es un honor jugar con la selección, al margen de lo que también puede representar a nivel individual. Es mi país, mis raíces, aunque yo no nací allí. Es el país de mis padres, de mis abuelos; a Guinea le tengo un cariño muy especial. Pero me siento arraigado, como lanzaroteño, canario. Esta tierra me lo ha dado todo, pero estoy muy agradecido a la de mis antepasados. Es bonito vivir esta experiencia"
Piernas y cabeza a mayor velocidad
"Cada día estoy más convencido de que el fútbol profesional está más cerca para mí. Me levanto cada día pensando en ello. He debutado. La diferencia con respecto a la Segunda B (responde a una pregunta) es que el ritmo es superior, no sólo en lo físico sino en el pensamiento. La toma de decisiones y la ejecución son altísimas en el fútbol profesional. Es lo más importante al adaptarte. Todo hay que hacerlo más rápido; de piernas y de cabeza"
Su otra familia
"A Las Palmas Atlético la he visto igual toda la temporada. Muy unidos todos. Es un buen grupo de jugadores, la mayoría no nos conocíamos al principio. Nos pasó factura ese desconocimiento y el haber empezado tan tarde. Pero con el paso del tiempo hemos demostrado que somos más una familia que un equipo. Eso se ha visto más en los momentos de adversidad. Nunca agachamos la cabeza por más fuerte que fuera el golpe. En ese sentido todo ha sido muy complicado, pero la moral del colectivo ha crecido. Así llegamos al final de la Liga. Estamos convencidos de que vamos a conseguir el objetivo de la permanencia. Merecemos más puntos de los que refleja la clasificación. Pero no miramos atrás; nos centramos en lo que queda por venir. Tenemos equipo para mucho más"
Un año para olvidar
"Sí, sí, sí (sonríe). Fui noticia nacional. Tuve suerte y lo pude contar. El golpe contra el muro se produjo en lo que yo considero mi peor año personal a nivel deportivo. No por el equipo, sino a nivel personal. Porque tuve que superar la malaria. No podía entrenar, estuvo hospitalizado y perdí mucho peso. Todo ello fue antes del accidente de la fractura. Me recuperé de un susto para volver a otro"
"¿Peor?. Lo del golpe es más impactante por las imágenes. Yo también me asusté al verlas. Pero lo pasé peor con la malaria, también para mi familia. Las fracturas se produjeron en un momento, pero ya sabía al día siguiente lo que iba a ocurrir para recuperarme. Aunque fue un susto de muerte. Lo de la enfermedad fue distinto. La desconocía. Y fue mala suerte. Pedí permiso para ir a mi casa, en Lanzarote, porque me sentía muy enfermo. Tenía fiebre ... no mejoraba. Los médicos hicieron pruebas hasta que detectaron lo que había. Estuve una semana ingresado en la UCI en Lanzarote. Precisamente fue después del partido contra el Tamaraceite"
"Para la malaria hay un tratamiento previo preventivo. No es una vacuna. Pero ocurrió que en aquel momento me llamaron para la selección de urgencia, de última hora, por la lesión de un compañero. No tuve margen de actuación y no se realizó el protocolo previo antes de viajar a Guinea. La otra parte es la mala suerte: me tocó a mí"
La emergente cantera conejera
"Tanto mi padre y algunos otros entrenadores llevan muchos años realizando un trabajo de formación importante en Lanzarote. Es normal que Las Palmas se fije en estos futbolistas (en alusión a Claudio, Ibra o él mismo). Lo que se ve ahora es la punta del iceberg. Aprendí muchísimo en el Orientación Marítima, que es para mí el club referente de cantera de Lanzarote. En mi isla hay muy bien trabajo en la base. Hay más"
El potencial de Claudio Mendes
"A Claudio Mendes lo conozco perfectamente. Mi padre decía: a este chico, a nada que aprenda cosas, va a despuntar. Porque tiene unas condiciones que son difíciles de ver en el fútbol de hoy en día. Me alegro que le salgan bien las cosas aquí. Tengo mucha confianza en su potencial futbolístico"