Había luchado toda la temporada para este momento. A Héctor Marrero le llegó la oportunidad de ser titular en Segunda B, con la UD Tamaraceite. Ocurría ante el equipo de su formación, Las Palmas Atlético. Pero a los diez minutos, golpe en la cara involuntario con Juan Fernández y relevo. Fue al hospital y regresó con buenas noticias sobre su salud antes de que terminara el encuentro. Ni así perdió la sonrisa. El día no salió como había soñado. El fútbol le debe una.