Ellos son padres y madres del filial de División de honor de la UD Las Palmas. No tienen acceso al Juan Guedes, por motivos de protocolo Covid19, pero ellos lo dan todo por saber cómo jugaron sus hijos. Incluso, en el caso de los progenitores de Alberto Moleiro, desplazándose desde Santa Cruz de Tenerife para su palco en el muro de la instalación. Ese esfuerzo no tiene precio.