El club aún no ha podido consolidar su inscripción en Segunda RFEF cuando el plazo entra en sus dos semanas finales
M.B.
A dos semanas de la fecha límite para formalizar su inscripción como nuevo equipo de Segunda RFEF, la UD Tamaraceite aún mantiene los pies en el aire. Lo había anunciado hace un mes su presidente, Héctor Ramírez: Si los números económicos no encajan, la posibilidad de renunciar a la categoría está en el horizonte. Esas nubes se mantienen.
El club está avanzando gestiones provisionales para la confección de la plantilla que tendría que dirigir Pachi Castellano, en sustitución de Chus Trujillo (dos años firmados con el Ceuta). Pero la cobertura del presupuesto mínimo con el que salir a competir no se ha consolidado.
La del Tamaraceite es una situación distinta a la de otros conjuntos, al contar con apoyos decididos institucionales. En el caso del Mensajero le da para realizar incorporaciones del exterior como ha confirmado tras su ascenso a la misma categoría.
La exigencia de la campaña 2021-22 para todos los equipos canarios será mayor, más en el caso de un club que tiene una cobertura social limitada. Y las obligaciones deportivas crecen en una campaña contra rivales extremeños, andaluces, canarios y Melilla que lucharán por evitar, en primera instancia, las cinco posiciones de retorno a Tercera.
El presidente Ramírez fue contundente desde el primer momento, al valorar que "si el club no consigue consolidar el presupuesto que se requiere para salir a competir de nuevo en Segunda B, no podremos en riesgo la obra social con la que iniciamos la renovación de la UD Tamaraceite, que hacemos en nuestro barrio". Ese planteamiento, un mes después, no ha modificado una coma.