M. B.

Raúl Perera(2 de octubre de 2001, Montaña Los Vélez) siempre fue portero. Se lo metió en la cabeza su propio padre, José Antonio, que lució guantes en juventud en el equipo de aquella localidad del Sureste grancanario.

Raúl está ahora en su segunda temporada como jugador senior y como integrante de la plantilla de la UD Tamaraceite, ahora en propiedad de la entidad de Juan Guedes tras un primer ejercicio en calidad de cedido por la UD Las Palmas.

“Si tuviera que firmar por repetir la experiencia de la temporada pasada, firmaría el documento en blanco y con los ojos cerrados. En un año aquí aprendí muchísimo”, reflexiona sobre su paso por Segunda B. Entonces sólo pudo disputar un partido, a la estela de Nauzet García, pero “maduré mucho, aprendí con mis compañeros en una categoría semiprofesional. Había que escuchar todos los días a David González, Aythami, David García, López y compañía. Para mí fue una experiencia enriquecedora”.

Esta temporada tiene otra competencia para el puesto, pero Raúl confía en sus propias condiciones porque “me siento preparado. Ya lo estaba también el año pasado. Pero ahora sé que tengo un paso más. Fue muy difícil jugar entonces, porque apenas había movimientos en el equipo titular del Tamaraceite. Hicimos una buena temporada. Ahora se han producido muchos cambios, pero la ilusión es la misma” para competir en el grupo IV de la Segunda RFEF.

“He sido portero toda mi vida”, comenta a los lectores de Tinta Amarilla. “Quizá porque no sabía dar una patada al balón (risas). Hay jugadores a los que les motiva marcar un gol. Sin embargo, desde pequeño, a mí me motiva rechazar los disparos, desbaratar las oportunidades. Siempre lo hice en césped artificial. Y sé que es una ventaja porque mi padre me contaba cómo eran sus entrenamientos (en tierra). Tenía que llevarse tres pantalones para los golpes”.

Perera comenzó en el benjamín de Las Majoreras; pasó luego por el alevín del Huracán y en cadete Preferente se incorporó a filiales de la UD Las Palmas. Tuvo un paso por el Ranero CF, de Murcia, para volver en edad juvenil. “En el último año (2019-20) el Tamaraceite quería incorporarme para competir con Alvaro Robles por el puesto. Pero yo decidí quedarme en el División de Honor juvenil porque tenía un bonito año por delante. Sin embargo, vino la pandemia y no nos permitió terminar la temporada con la Copa de Campeones o la Copa del Rey. Fue una faena, pero me apetecía completar mi etapa de formación”.

Y así, desde 2020, Raúl sigue creciendo en el Juan Guedes. “Estamos formando un nuevo equipo. A nuestro entrenador, Pachi Castellano, ya lo conocíamos y él nos conoce bien. Creo que esta temporada habrá más movimientos en el once que en el pasado ejercicio. Yo estoy preparado, me siento muy confiado en mis posibilidades. El equipo está consolidando de nuevo su idea”.

Uno de los más sensibles cambios está “en el centro de la defensa, con la marcha de David García y Alberto. El Tamaraceite se hizo fuerte a nivel defensivo durante toda la pasada temporada. Ese para nosotros es uno de los retos de esta temporada, el poder mantener ese nivel. Jugar en esta categoría es un gran salto y una oportunidad para todos nosotros”.

El 5 de septiembre comienza todo, con un Tamaraceite-San Fernando en el Juan Guedes.