La resaca del debut

Dos apuntes sobre la necesaria conjunción
17/08/2021

Manuel Borrego

 

Pesan más las buenas sensaciones en el debut de Liga de la UD Las Palmas que las pesimistas, éstas prácticamente nulas. Todo empieza con el hambre de los futbolistas por tener un papel relevante en la temporada, por impulsar de nuevo hacia arriba al equipo que los ha contratado. Y, sobre todo, porque el nivel rival de la primera jornada: un equipo (casi intacto) que meses atrás peleó su suerte en Primera División.

 

En general lo que quizá más se observó para un margen de mejora está relacionado con la necesaria conjunción que el tiempo y el calendario cubierto pueden aportar al bloque amarillo. Nos fijamos en dos notas.

 

La primera es defensiva. Los dos zagueros centrales titulares, que se conocieron hace unas semanas procedentes de distintos destinos y Ligas, jugaron sus primeros minutos oficiales juntos ante fuego real. Cualquier equipo comienza a construirse precisamente desde este núcleo y Pepe Mel lo ha pretendido porque, al margen de las bajas del pasado ejercicio en estas posiciones, sus primeras decisiones de peso han pasado por la portería (vuelta de Raúl Fernández) junto al dúo Navas-Ferigra.

 

El experto zaguero y el internacional ecuatoriano tuvieron trabajo abundante ante dos delanteros sumamente peligrosos como Marco André y Weissman. Resolvieron no pocas iniciativas del Valladolid pero también dejaron algunos errores puntuales en los marcajes del juego aéreo. Marco André insistió tanto por ahí que acabó anotando el 0-1. Y pudo ampliar especialmente la ventaja en otra muy clara ocasión anterior, que acabó en las manos de Fernández. Ocurrió antes del descanso.

 

Esa coordinación entre Navas-Ferigra debe crecer con el tiempo, aunque en los minutos finales el sistema de tres centrales practicado durante el verano se dejó ver y con él cambió el discurso del encuentro.

 

La segunda observación fue ofensiva y también se refiere a la conjunción. Por lo realizado desde su arribo a la isla, Adalberto Peñaranda debe preocupar a cada entrenador rival de la UD Las Palmas. Ya venía durante la pretemporada dejando detalles sobre su motivación y ganas de triunfar en España. El venezolano está rápido y con una vocación incisiva que endulza la vista y hace olvidar a quienes le precedieron. El vinotinto fue durante una hora el jugador más peligroso del partido … pero un solista voluntario.

 

Las jugadas arrancaron y terminaron en sus botas. De alguna manera se hacía previsible porque alrededor suyo otros amarillos solo acompañaban. Sadiku se lo hizo ver en una acción que acabó con un disparo de Peñaranda rodeado de rivales mientras el albanés estaba sin vigilancia. Tendrá que comprender Peñaranda que los gestos individuales son valiosos en su profesión, pero los que prosperan son los colectivos.

 

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